En el estallido social que se vivió en Chile desde octubre del 2019 las imágenes jugaron un rol fundamental. Se trata de la revuelta más documentada en imágenes, pero también de la consciencia de los actores sociales sobre la necesaria disputa por los regímenes de visualidad. Existe, por un lado, una lucha simbólica por posicionar otros relatos y significaciones, pero también la necesidad y urgencia de “salir con la cámara” a testimoniar y buscar alternativas de comunicación. Urgencia que se torna fundamental cuando se producen violaciones a los derechos humanos y frente al silencio cómplice de los medios de comunicación. En este contexto varixs audiovisualistas se autoconvocan, se organizan, creando nuevos grupos o reactivando, repensándose, en su propio colectivo. Crean piezas audiovisuales que quieren comunicar, interpelar, documentar, registrar; un repositorio que archiva los testimonios de la violencia, con el ímpetu de multiplicarse y circular en las redes sociales, pero que también dan cuenta de una consciencia plena sobre el instante histórico que están viviendo.
Durante el mes de Junio del 2020, en medio de una pandemia desatada que nos obliga a cuidarnos y mantenernos a distancia y encerrados, conversamos virtualmente con algunos de los colectivos audiovisuales que se reactivaron y/o emergieron a partir de las revueltas de Octubre de 2019 en Chile. Nos interesaba por un lado documentar los procesos que se vivieron en aquellos días, tratar de captar el pulso de un campo audiovisual movilizado a partir del estallido social, el sentimiento de urgencia, la necesidad de testimoniar, difundir, estar juntxs; pero también los dilemas éticos, políticos, representacionales, que emergen cuando las imágenes también se ponen en movimiento. Participan de la entrevista: . Nayra Ilic García de #OjoChile 1RRSS: https://www.instagram.com/ojo.chile/, Rebeca Gutiérrez Campos de Colectivo Registro Callejero 2 https://www.youtube.com/channel/UCXdvcuxW06PWfrFnhi5l03w, https://www.instagram.com/registrocallejerocl , Josefina Buschmann del Colectivo MAFI 3 http://mafi.tv/, https://www.instagram.com/mafi_tv y Fa y Sofía de la Escuela Popular de Cine 4Canal: https://www.youtube.com/channel/UC7DE9FKX8uhH1VMI71MmqJw
Laura Lattanzi: Para comenzar a conversar les propongo que cada una se presente con respecto al colectivo que representan.
Nayra - #OjoChile: Yo estoy representando a #OjoChile, colectivo bastante grande que tiene varias líneas de trabajo, como la creación de campañas, registros, cabildos, talleres, ya que además del registro hay muchas actividades que hemos ido realizando. Pero también yo, como cineasta y audiovisualista, participé en el Colectivo Registro Callejero con algunos trabajos que se alojaron en esa plataforma, y también de CDT colectivo que surgió en defensa de la televisión pública. Pero no es mi único caso, varias y varios colaboramos con otros colectivos. Entonces quería dar cuenta de un mapa de colaboraciones en donde nos hemos ido encontrando con otros y otras que consideramos el activismo, la conciencia social y la cámara como una acción colectiva durante el estallido. Y quisiera sumar en este mapa de colaboración al espacio físico CCC (Centro de Cine y Creación), que aún está en construcción y que nos dio un domicilio a los colectivos, para juntarnos, conversar, hacer cabildos y por supuesto donde hacer los registros.
Josefina - MAFI: Yo estoy representando al colectivo MAFI (Mapa Fílmico de un País). También hemos estado cruzándonos con distintos colectivos. Rebeca (de Colectivo Registro Callejero), por ejemplo, participó en un rodaje que se hizo para MAFI, y parte de MAFI también colaboró con Registro Callejero. Creo que todo se ha ido entrecruzando un poco en distintas instancias. MAFI ya cumple casi ocho años, y es un colectivo que ha mutado, tiene varias formas, pero ahora básicamente en el centro somos once personas que desarrollamos proyectos colaborativos junto a creadores y creadoras en distintas partes del territorio, con el foco de descentrar las miradas, incluir distintos puntos de vista y también descentrar nuestros puntos de vistas, en una mirada que un poco sospecha, pero también convoca a otras.
Rebeca - Colectivo Registro Callejero: Soy parte del Colectivo Registro Callejero. Como dijo Josefina también estuve colaborando en un par de rodajes con MAFI, uniendo fuerzas para ir a los mismos lugares y hacer distintos registros. Pero a diferencia de MAFI, el Colectivo Registro Callejero nació a la semana del estallido, y surgió de un grupo de colegas que nos propusimos crear un canal para visualizar registros audiovisuales, porque había mucha gente que estaba grabando en la calle y lo compartía por sus propias vías, y ese material podía servir mucho, en especial en los primeros días de la revuelta, para romper el cerco comunicacional que estaba ocurriendo, sobre todo con los casos de violaciones a los derechos humanos. Entonces hicimos un llamado para que enviaran materiales desde distintas ciudades, con distintos puntos de vista, incluso desde otros países Tenemos un equipo de seis personas con el que fuimos organizamos este archivo a partir de pautas que surgían según los acontecimientos. Por ejemplo, los primeros días hubo más registros vinculados a violaciones de derechos humanos, luego los cabildos o entrevistas de personas en la calle, después lo que ocurría en el parlamento. Y así fuimos mutando hasta el día de hoy en el que no se puede salir a la calle, así que no hay registro callejero temporalmente.
Fa y Sofía - Escuela Popular de Cine: Nosotras somos de la Escuela Popular de Cine que surge a partir del FECISO (Festival de Cine Social y Antisocial) que se inicia en el 2007, y de ese proceso, de organizar muestras en distintos territorios, nace la necesidad de crear una Escuela donde darle espacios a distintas creaciones, a gente que no opta por una educación tradicional, formal o académica. El proceso de la Escuela va ya en su décima versión, y así se convoca a la gente a que se inscriba a formar parte de los ciclos anuales. El principal objetivo de la Escuela es la formación desde un enfoque de educación popular. Año a año entran personas de distintos territorios, y en esa lógica territorial, y a la vez itinerante, es que nace la idea de “Pantallazo en la barricada” que es la presencia que se ha tenido en el estallido social.
Laura: Como colectivos audiovisuales dos de ustedes nacieron al calor de las revueltas en Octubre del 2019 (“Ojo Chile” y “Registro Callejero”), y dos eran plataformas que ya existían y se reactivaron o cambiaron un poco sus orientaciones a partir del estallido (MAFI y Escuela Popular de Cine), entonces les pregunto a todas ¿cómo surgió ese impulso por juntarse, reactivarse, unirse?
Nayra - #OjoChile: Bueno #OjoChile lleva el nombre por los traumas oculares, eso causó un gran impacto, y de ahí el nombre. Pero en la práctica surge a propósito de otra acción que ocurrió previamente, y es que las/los/les realizadores salieron a la calle a registrar, y como bien decía la Rebe, había mucha incertidumbre por lo que la televisión no estaba mostrando y que nosotros sí estábamos registrando y viendo. Pero bueno, en concreto es a partir de un grupo de WhatsApp muy masivo, creado por Sergio Castro, que se llamaba “Imagen chile”, en donde se suman muchos realizadoras y realizadores, y que nos convocamos a un cabildo espontáneo en el CCC. En ese cabildo llegaron personas de distintos lados, recuerdo estaba la Rebe exponiendo lo que eran con Colectivo Registro callejero. En este Cabildo espontáneo nos organizamos en grupos y nace “Ojo Chile Creativos” que es un espacio de reflexión. Un sub-grupo de este cabildo abierto que se mantiene en el tiempo y donde se integran transversalmente personas de distintas generaciones, distintos expertises, distintos recorridos, y empezamos a generar pautas de trabajo en bases a ciertas temáticas, a modo de campañas. Por eso #OjoChile es un hashtag, la idea es que “#OjoChile somos todos” y basta que tú hagas un hashtag para que seas parte de esta comunidad. Fue algo que se fue desarrollando en el tiempo, un espacio en el que nos juntábamos periódicamente una vez por semana a “cranear” las distintas campañas, algunas enfocadas al tema del trauma ocular en donde trabajamos con la Comisión Chilena de Derechos Humanos y otros colectivos; también otras “campañas de espíritu”, como las llamábamos nosotros, que trataban de mantener una conciencia, que el “Chile despertó” creciera en su transversalidad con la campaña #YoTambien desperté o el #JuntosVemosMejor. A su vez teníamos otra pata de acción que tiene que ver con los cabildos autoconvocados, tanto los que estaban vinculados al sector audiovisual, como así también a otras comunidades territoriales -no necesariamente audiovisuales-. El foco de #OjoChile en cada una de estas reuniones también era coordinar otras campañas como sucedió por ejemplo con la “#BrigadaOjoChile”, compuesta por estudiantes de cine, o el taller de animación de rotoscopía donde surgieron videos muy bonitos que apoyaban los hashtag que íbamos creando. Nosotros le damos la figura y se armaban estas subcampañas de forma rizomática. Bueno, son distintas ramas las que tiene #OjoChile, es difícil definirlo en una sola función, esta lo territorial por un lado, las animaciones que se hacían con Niles Atallah, #BrigadaOjoChile, las campañas #OjoChile, los cabildos…, de alguna manera se trataba de que todos podíamos ser parte de esta comunidad. #OjoChile tiene presencia en Concepción, Temuco, Antofagasta, Valparaíso, Valdivia. Y así, de alguna manera media autopoiética se empezó a generar esta red de colaboración #OjoChile donde las campañas que impulsábamos eran replicadas por audiovisualistas de todas partes, y nosotros las subíamos a nuestras de Instagram, Facebook y Twitter donde logramos tener mas de 20.000 seguidores en muy poco tiempo. Y no es que hubiésemos programado cada cosa, más bien nos juntábamos, analizábamos, tratábamos de entender lo que estaba pasando, haciendo conexión con los temas que estaban siendo contingentes.
Laura: Josefina, si tu quieres comentar sobre la experiencia de MAFI, un colectivo que ya existía pero que de alguna manera se reactiva en las revueltas, utilizando Instagram como su plataforma para compartir videos.
Josefina-MAFI: Josefina-MAFI: Bueno primero contar que MAFI opera en cuatro áreas: el área Web que es MAFI TV que oscila entre lo cotidiano y lo contingente. Luego desarrolla películas colaborativas, la primera es Propaganda (2014), que daba cuenta del malestar y formas de organización, como las movilizaciones y sigue todo el proceso de crisis de representación política, y la segunda, Dios (2019), donde se puede ver cómo sigue imperando el colonialismo de la religión católica en este país y también las resistencias a esta situación desde los movimientos feministas hasta las resistencias mapuche. Una tercera área es el trabajo de residencias territoriales en las hemos trabajado desde lugares como Petorca, Melipeuco, María Elena y Bajos de Mena. Y finalmente en los últimos años hemos activado un área de investigación que actualmente sistematiza las experiencias que hemos desarrollado, reflexionando también sobre las políticas culturales en Chile. Como colectivo después de la película Dios estábamos bien dispersos, cuestionándonos todo el sentido de grabar, de hacer, de donde estábamos situados… Y cuando todo sucedió la respuesta fue bien visceral, fue volver con la cámara a la calle. Y eso que la cámara en MAFI está sobre un trípode, y es extraño andar con trípode en una marcha o en medio de barricadas, corriendo de las lacrimógenas. Pero como parte del colectivo ya estamos acostumbrades a posicionarnos así en la calle, es casi automático. Entonces la respuesta de MAFI fue más bien visceral a una situación que sabíamos era histórica, era inédita, o sea ver a los militares en la calle de nuevo, escuchar los helicópteros, sentir los cacerolazos, era una necesidad de hacer circular estas imágenes en un espacio que fuera más rápido, y de ahí el porqué publicamos los videos en Instagram. Por que MAFI TV tiene un sitio web, pero allí todo funciona más lento, tiene un tiempo de posproducción de imágenes y sonido por ejemplo; y ahora había un flujo que necesitaba ser más rápido, de ahí que decidimos trabajar desde Instagram y hacer que las imágenes pasaran por ahí, y se saltaran todos los procedimientos que seguíamos antes de posproducción de color, sonido… A partir de eso es que nos reactivamos como colectivo, tomando distintas posiciones, algunes más en área de realización, otres en montaje, y así. Y también distintas personas nos empezaron a mandar material, desde Copiapó, Punta Arenas, Arica. Y se fue armando lo que fuimos subiendo, trabajando, en el cruce con otres realizadores y plataformas.
Rebeca - Colectivo Registro Callejero: Bueno nosotros los primeros días íbamos a las marchas, con un círculo de amigos audiovisuales yo particularmente no iba con cámara, soy productora, pero sí veía que había muchos que estaban grabando, y que mucho de ese material se estaba divulgando en redes sociales; había muchas noticias falsas también dando vueltas. Se estaba polarizando todo extremadamente y los medios de comunicación estaban entregando información que confundía aún más. Entonces sin intensión de crear un medio, quisimos colaborar desde la experiencia que teníamos; desde “el cerebro de la producción” pensamos: “hagamos lo que sabemos hacer: coordinar estas áreas”. Y es que además de los directores, cualquiera grababa, con cámara, celulares; registraban y compartían. Entonces pensamos que sería bueno darle forma a este material, que tuviera alguna especie de verificación, cosa que si queríamos compartirlo a prensa internacional estuviera todo bajo un mismo sello.
A nosotros nos paso al revés, partimos con dos áreas y ahora quedó solo una. La primera estaba encargada de generar comunicados de prensa, esto fue bien secreto en su momento, armamos una base de datos grande de periodistas principalmente de habla hispana, a través de un canal de WhatsApp, y enviábamos estos comunicados para romper con el cerco comunicacional; así como: “esto está pasando”, “están torturando”, “estas son las victimas”, “están matando gente”. Y como sabíamos que estos comunicados iban a estar acompañados de imágenes, hicimos un llamado muy amplio: “si tienes videos o fotos, mándalos”; incluso un compañero se dedicó a descargar todas las denuncias que había de la gente que grababa las detenciones en celulares, era una cantidad de material gigante. Entonces, así, en los primeros días aparecieron fotos del colectivo en medios. La idea era no personalizarlo, no queríamos armar un colectivo con “rostros”, sino integrar a quien quisiera ocupar este canal para divulgar su contenido a través de redes sociales, principalmente Instagram, que es como la más veloz, y en segundo lugar Facebook. Y en un tiempo muy corto ya habíamos formado un micro equipo. Entonces cuando llego el día de ese cabildo autoconvocado en el CCC que comentaba Nayra, y se preguntó que estaban haciendo los audiovisuales, yo planteé cómo nos estábamos organizando, y ahí la cosa realmente cuajó, se sumo más gente y se armaron departamentos donde había un organigrama de trabajo, pero horizontal, todos tenían un cargo, pero sin jerarquías. Había un departamento de coordinación que recibía el material en términos de curatoría, hacía la convocatoria, las gestiones si nos llamaban de prensa, etc.; otro de comunicaciones como tal que generaba los comunicados de prensa, se encargaba de redes sociales; y otro de contenidos que veía la línea editorial y la gráfica, de ahí nació la cortina del Colectivo Registro Callejero y se generó un manual para que todos los que mandaran un video le pusieran este marco que los identificaba como Registro Callejero. Pero nosotros dejamos en claro que el material no es nuestro, es de los realizadores, nosotros somos un canal. Y así se iba generando pauta un poco sin querer. El caso más exitoso, fue el video de “Las Tesis” que grabo el colectivo “Nosotras audiovisuales” 5Se puede acceder al video en el siguiente link: https://www.youtube.com/watch?v=aB7r6hdo3W4, ellas primero lo lanzaron en su canal, después nosotros en el nuestro, y ahí se dio a conocer más, y hasta el día de hoy lo siguen usando, incluso para hacer videoclips piden las imágenes. Y con el tiempo también se fue dando que hubo realizadores que se hicieron más permanente, por ejemplo, Nayra, Coti Donoso, y también gente de otras ciudades. Y nosotros, a su vez, en esta “pauta de noticias” empezamos a rastrear gente, a invitarla directamente, como “oye ¿hay algún material de Punta Arenas?”, o cuando botaron la estatua en Temuco, “¿quién lo grabo? podemos invitarlo”. Entonces no necesariamente teníamos material que era cien por ciento nuestro, sino que también teníamos material que era compartido. Lo que queríamos es que este canal contará la historia del estallido, lo último que subimos era lo que se estaba armando ad-portas del plebiscito y el tema de la PSU (Prueba de admisión para la educación superior) en Quilpué. O sea, podemos hacer una línea de tiempo en cuanto al material de Registro Callejero, donde si bien son puntos de vistas y manos distintas, se ve una cronología de sucesos, desde cómo partió, con el shock, las protestas, las violaciones a derechos humanos, hasta incluso la manifestación de la paridad en las comisiones y las intervenciones en la PSU. Es como una cronología construida por ciudadanos; y el colectivo como tal no tiene rostro, sino que es un equipo que nos organizamos para que el material salga en buena calidad, con un sello. La parte de los comunicados se dejó de hacer porque se logró romper ese cerco, que era el primer fin en un momento.
Laura: ¿Y la Escuela Popular de Cine?
Fa y Sofía - Escuela Popular de Cine: Bueno la Escuela existe desde el 2011, entonces cuando sucede el estallido social ya estábamos en el noveno ciclo, y tuvimos que repensar la forma en que funcionábamos. La Escuela funciona en horario vespertino porque la mayoría de los que van trabajan o estudian, terminamos más allá de las diez de la noche la mayor parte de las veces. De hecho, nos acordábamos que el 18 de octubre habíamos hecho un llamado porque toda esa semana hubo evasiones masivas, y el Vienes se había propuesto desde el taller de cámara ir a grabar a las estaciones de metro. Entonces éramos varias las personas de la Escuela que estábamos juntas ese día viviendo todo lo que fue pasando desde el centro, y de ahí nos volvimos para la zona de la Escuela, que está en el sector sur de Santiago; pero nos pilló el toque de queda, así que nos tuvimos que quedar hasta el otro día, porque no podíamos salir. Como mucha de la gente que viene a la Escuela es de distintas partes de Santiago, por ejemplo, en el noveno ciclo había gente de Batuco, Pudahuel, Maipú, La Cisterna…, no se podía seguir funcionando igual. Y un poco tomando la experiencia de lo que es el FECISO -lo que da pie a la escuela-, que es un festival en la calle itinerante que se va moviendo territorialmente, también yendo a los lugares donde está la gente del colectivo, planteamos lo que llamamos “Pantallazos en la Barricada”. Así los ritmos de la Escuela, que incluyen ciclos anuales y que es un proceso de trabajo más intimo, se ven en la necesidad de reinventarse para convertirse en un ejercicio más móvil, más espontáneo. Los “Pantallazos” se hicieron en conjunto con organizaciones sociales se estaban articulando o fortaleciendo, u otras que llevan tiempo trabajando en sus territoriosporque no es que no hubiera tejido social en ese momento de la revuelta.
La iniciativa del “Pantallazo en la Barricada” es básicamente llevar un telón móvil, fácil de montar y desmontar, para proyectar los trabajos audiovisuales y conversar a partir de eso. En un inicio estaba la idea de tensionar los toques de queda, que los primeros días empezaban a las seis de la tarde y después se fueron corriendo a las ocho y después a las diez, y la gente los tensionó, fue rebelde en torno a esta idea de meterse en la casa. Entonces queríamos ir acompañando ese proceso de protesta e ir generando imágenes, pero principalmente la idea era la exhibición, estar en un espacio, intervenirlo, ojalá en la calle o en una plaza, debajo del metro, se hace en varios lados. Poner la pantalla y abrir el micrófono, que es la idea de FECISO, exhibir y hacer después esta suerte de conversatorio. Pero si bien estábamos haciendo algo similar de lo que veníamos haciendo en FECISO, el contexto era diferente. Si bien el Festival lleva doce años y se hacía esto de abrir el micrófono y que la gente hablara, la efervescencia de este momento era algo totalmente distinto. La gente se peleaba el micrófono, había arengas, incluso también caceroleaban viendo las películas durante los pantallazos, no paraba. Y así se hicieron más de cincuenta exhibiciones. Como dijimos, en la Escuela viene gente de distintas partes de Santiago, entonces había días que había exhibiciones, por ejemplo, en la plaza de Batuco y en Colina a la vez. Se hizo poco en el centro, porque esa es también un poco la idea de la Escuela salir de ese espacio “oficial” en el que se hacen las marchas masivas, porque en realidad la revuelta estaba sucediendo en todas partes. Teníamos un par de telas y datas que iban circulando en el colectivo y que nos pasábamos de periferia en periferia para poder articular esta muestra que iba en paralelo y que a veces iba acompañada de asambleas, obras de teatro u otro tipo de intervenciones. También se subieron a internet o se enviaron algunos videos para apoyar muestras y discusiones en lugares a los que no podíamos ir por tiempo o distancias 6En el canal de Youtube “Octubre” hay varias películas que se exhibieron en los “Pantallazos en las barricadas”. https://www.youtube.com/watch?v=PcQtMIV2HwQ&list=PLY0tPbZn2Q6nz6i5lqIMxuFHUWR36RkDR.
También llegaron algunas colaboraciones de colectivos amigos como “Sabotaje” 7Se puede acceder al canal en youtube de este colectivo en el siguiente link: https://www.youtube.com/c/Sabotaje/ y ‘’VlopCinema’’ que estaban trabajando en el contexto de la revuelta desde el lenguaje audiovisual. Y en torno al tratamiento de las imágenes es importante decir que como somos varias personas las que trabajamos en la Escuela, se da espacio a trabajar con todo tipo de imágenes: bajadas de internet, propias, de cámara en mano, animaciones; también hay variedad en torno al tratamiento de temas. Nos preguntábamos sobre eso, por ejemplo, por el asunto del humor en este contexto, ya que estábamos consumiendo muchas imágenes bastante terribles, y queríamos ver cómo podíamos darle vuelta a este tratamiento tan espectacular, sensacionalista. Y más que apostar solo a la visibilidad en internet, era muy relevante el trabajo en los territorios, apoyarse con otras organizaciones, apostar a la conversación, y que ese diálogo sea también un espacio creativo a propósito del visionado, de la exhibición. También es importante este tema de la apuesta visual en este momento en que está todo lleno de imágenes, la revolución era en imágenes. Me llamó la atención, o pensaba, que las imágenes que se exponían en los pantallazos eran como una forma de posicionar la verdad de lo que estaba pasando desde los territorios, la lectura y la versión popular del momento histórico. Por ejemplo, cuando las ferias estaban siendo atacadas se hizo un material desde el territorio con la gente de ahí y se daba a entender lo que había pasado, el montaje que estaban haciendo los pacos, y ese material se podía exhibir de modo que esa lectura de que lo que está pasando se podía compartir.
Laura: Me interesa lo que comentan sobre la apuesta visual. Hablaron sobre la importancia del trabajo colaborativo, y la difusión a través de diversas plataformas, pero también cada colectivo hizo sus propias producciones o tenían un modo de pensar las imágenes. Cada uno tiene distintas propuestas, en algunos casos hay una mayor heterogeneidad de puntos de vista, en otros casos se sigue una línea que se definió de manera más o menos consciente. Entonces quería saber si privilegiaron algún tipo de “política visual” y si surgían inquietudes políticas y/o éticas, tales como: ¿cómo representamos a un pueblo, una multitud? ¿cómo representamos la violencia?, ¿cómo hacemos aparecer una revuelta? Quería saber si se enfrentaron a estos dilemas al momento de registrar, producir, seleccionar. Y si quieren dar algunos ejemplos concretos sobre ello.
Rebeca - Colectivo Registro Callejero: Nosotros sí lo hicimos consciente. Por ejemplo, si habíamos puesto demasiadas imágenes violentas, elegíamos, entre tantos videos que nos habían llegado, algunos mas amenos o incluso decir “este video no va porque está mostrando algo extremadamente violento y no está aportando un relato”. También teníamos que tomar decisiones claras de no mostrar rostros ya que se podía acusar a alguien. Entonces si bien no tenemos un manifiesto de decir “esto si, esto no”, siempre se conversó, pero desde el material que a nosotros nos llegaba. Nosotros no encargábamos un video a modo de decir “ve a grabar esto de esta forma”. Podíamos hacer comentarios en el montaje, por ejemplo, decir: “está muy largo, para el formato que estamos trabajando, no nos sirve tan largo”. A los realizadores más cercanos sí le proponíamos ir a grabar cosas o le decíamos “se va a hacer este cabildo, si te interesa ir a grabar”; o yo misma fui al Parlamento dos veces, en Santiago y Valparaíso. Con el equipo, donde hay periodistas, diseñadores, encargados de redes sociales, conversábamos siempre que video subir dependiendo la semana en la que estábamos, la idea era ir tomándole la temperatura al ambiente.
Nayra – #OjoChile: Que ganas de poder viajar a Valparaíso a grabar. Que ganas de volver a la calle…
Rebeca - Colectivo Registro Callejero: Ah, una acotación a lo que estaba diciendo antes. Sí al principio, cuando empezamos a recibir piezas ya montadas de gente que no conocíamos, decidimos que no debían estar musicalizadas, sobre todo cuando había situaciones que podrían caer en el morbo. No queríamos intencionar el material con la musicalización, sino que fuera un registro más “crudo”, porque se podía prestar para muchas cosas, eran temas muy sensibles en muchos casos.
Laura: En el caso de Ojo Chile también se nota más esa necesidad de privilegiar el registro del testimonio, e incluso la denuncia.
Nayra – #OjoChile: Bueno #OjoChile es una red abierta de la comunidad de audiovisuales, entonces, por ejemplo, está toda la seguidilla de videos que se trabajó en el taller de animación de rotoscopia a cargo de Nilles Atallah, con una estética específica. De ahí surgieron varios talentos que siguieron trabajando, y como que se armó una tendencia con este lenguaje, porque cuando hicimos la compilación para “Archivo en proceso” en FIDOCS (Festival Internacional de Documentales de Santiago), vimos muchos materiales que llegaron con esta tendencia y que eran de distintos lados, y eso fue muy bonito. Eso por un lado, pero también tuvo una función bien fuerte de hacer ciertas bajadas, campañas que sí tenían como objetivo armar un mensaje como fueron: #YoTambiéndesperté o “#JuntosVemosMejor”. Y a partir de eso se establecieron tipo de valores de planos, no con una restricción muy específica, pero sí para armar una pequeña campaña “de espíritu”. Ahí reflexionamos mucho en torno al tema de la violencia, que era un tema difícil de abordar, porque no queríamos que se siguiera criminalizando al movimiento social, porque pese a que muchos de nosotros estábamos grabando en la primera línea, comiéndonos todas las lacrimógenas y viendo toda la represión de los agentes del Estado, no necesariamente ese material iba subirse a #OjoChile y muchos los distribuíamos a otros colectivos como Registro Callejero, por ejemplo. Por que en #OjoChile estábamos creando una línea editorial, para eso es que tratamos de levantar cada campaña, y esta era la conciencia de que no podíamos seguir como estábamos viviendo, que no era normal como habíamos vivido hasta ese minuto. Cada campaña efectivamente tenía su manera de ser contada, por ejemplo, hubo una que estaba enfocada en los niños, qué pensaban en torno a todo lo que estaba pasando, cómo lo absorbían. Entonces de alguna manera todos estos hashtag iban ordenando todo lo que íbamos haciendo sin prejuicio de que a partir de este material otras personas, de distintas zonas del país, nos mandaron su réplica, sus versiones de estos mismos hashtag, que nosotros armábamos y subíamos a esta red abierta de audiovisualistas. Es decir, es una red que sigue siendo abierta para las distintas colaboraciones vinculadas a estos hashtag, estas temáticas. Con relación a eso aparece, si tu quieres, la forma. La forma surge a partir del mensaje que se quiere contar, a partir de la efervescencia del momento, pero también a partir del lenguaje que se estaba creando como en el taller de rotoscopia, que fue un taller que en sí generó un lenguaje. Allí había videos que tuvieron quince mil reproducciones, otros tuvieron mil reproducciones, y obviamente también dependía de lo que íbamos publicando en relación a la contingencia. Y en ese sentido nunca dejamos el tema del ojo, del trauma ocular, un tema que es el corazón de #OjoChile, nos están volando los ojos, eso no se puede aceptar.
Una patita que me quedo pendiente es que también había una intensión de internacionalizar el mensaje, entonces a partir de eso, como #OjoChile que es una red tan grande, tan abierta, en donde hay colaboradores que son programadores, gente de la cultura, de la producción, del cine, documental, de la crítica…; fue posible que el mensaje llegará a distintos festivales, un ejemplo es la acción que se realizo en Festival de Cine de Berlin. Entonces de repente se hacían intervenciones performáticas de la campaña #OjoChile dentro de los mismos festivales, contraviniendo sus protocolos, con la intención de instalar el tema internacionalmente, para que se supiera que en Chile se están violando los derechos humanos, que se está reprimiendo, así como también visibilizar las demandas sociales.
Y luego, si bien somos un hashtag, somos Instagram, somos redes sociales, somos también un grupo territorial, que realizamos cabildos, y mas acciones; por ejemplo juntamos abogados constitucionalistas con integrantes de la primera línea y los pusimos a conversar. Hemos estado haciendo acciones que tienen que ver directamente con bajar la información sobre la nueva constitución para todos, por ejemplo, hicimos esta campaña #VotaDespierto que tenía como objeto conectar lo que decían estos abogados/as constitucionalistas, de forma sencilla. Hicimos videos con personalidades de distintas áreas como la medioambiental, la cultura, el periodismo, las ciencias, las artes, la medicina y representantes de barras de futbol, de la primera línea, con estudiantes, feriantes etc.. Veíamos todo el proceso como un viaje que requería de una celebración, y esa celebración iba a ser el plebiscito de abril en donde finalmente todo esto iba a tener una concreción dentro de nuestra democracia, y era muy importante. Para allá iban nuestras campañas, a iniciar la materialización de nuestras demandas en el voto, hasta que de pronto entró esta pandemia y todos nos encontramos con una crisis sanitaria y social extrema. Empezamos a generar otras campañas, como hacer encuestas para entender la situación precarizada del sector audiovisual, porque visiblemente quedó muy aislado, muy periférico dentro de las prioridades del gobierno. Y ahí empezamos a identificar que en esta pandemia la mirada ya no estaba en salir y recoger, sino mirarnos en la fragilidad de nuestro propio sector. Entonces comenzó un impulso distinto, es la primera vez que cambiamos el enfoque de la cámara y de alguna manera nos empezamos a ver a nosotros mismos. Cambiamos el foco de las campañas en el presente, pero sin dejar de mirar el plebiscito como algo que tiene que suceder y algo por lo que vamos a seguir haciendo campaña para que cambiemos nuestra constitución.
Laura: Josefina, ustedes como colectivo MAFI tienen ciertos parámetros estéticos definidos para sus trabajos audiovisuales, pero quizás a partir de filmar en el estallido surgieron nuevas inquietudes.
Josefina - MAFI: Bueno, sí, MAFI sigue un poco con los mismos procedimientos estético-políticos con los que se estaba trabajando: la potencia del plano secuencia y el plano fijo como una posibilidad de apertura que va a contrapelo de las vertiginosas imágenes que circulan constantemente en redes sociales, y que obligan un poco al espectador a parar y a observar alguna situación desde un punto de vista particular. Pero en este caso algo distinto que nos pasó fue el desconfiar de las imágenes, se podría decir que nos empezamos a cuestionar mucho cómo las imágenes estaban participando de la propia destrucción del movimiento, a modo, por ejemplo, de las reflexiones de Harun Farocki y sus formas de desconfiar de las imágenes. Sobre todo con el caso del profesor Roberto, que fue uno de los primeros culpados por romper el torniquete en el metro, y a él lo identificaron gracias a todos los videos grabados que estaban circulando en redes sociales, en un cruce con las cámaras de vigilancia. Entonces había todo un panorama medial complejo que requería otros protocolos de seguridad, primero para el equipo en terreno y después para todas las personas que estaban en las imágenes. Nos pasó, por ejemplo, que subimos un plano que nos mandó un colaborador de Temuco en donde estaban botando una de las estatuas, pero se podía identificar a las personas, estaban sus caras, entonces lo tuvimos minutos arriba y decidimos bajarlo y hacer todo un protocolo de seguridad, considerando además todo lo que veníamos trabajando de antes, de no ser sensacionalista, no criminalizar el movimiento y una serie de definiciones para no hacer una apología de la violencia por la violencia, sino de dar cuenta de otros espacios donde estaba el movimiento. Y ahí también, como decía antes Rebecca, es interesante ver la cronología de cómo iba mutando el “cómo ir representando”. Al principio era más visceral, salir a la calle, ver a los militares, era necesario que esto esté grabado desde múltiples miradas y hacernos parte. Pero luego empezó a transformarse en velatones, en dar cuenta de las violaciones a los derechos humanos, y finalmente ir a cabildos y empezar a ver otras formas en donde se estaba construyendo y transformando el movimiento; y observar otras cosas, humor, celebraciones, como decían las chicas de la Escuela Popular, ver las distintas facetas y que no era únicamente lo que estaba pasando en un par de espacios centrales. Y ahí fue cambiando un poco las formas en que nos íbamos aproximando, y las preguntas sobre cómo seguir la revuelta siguen abiertas ¿Qué significa esta idea pueblo?, ¿es homogéneo, univoco? No, en realidad es múltiple y tiene muchos espacios, muchas miradas, entonces es complejo y no tiene una respuesta clara nunca. Me gusta esa figura de la socióloga aymara Silvia Rivera Cusicanqui de lo ch’ixi, que habla de dos colores que se contraponen pero que no son nunca uno, no hay una identidad homogénea sino múltiple, siempre en contradicción. Es lo que tratamos de provocar en las imágenes, que estas contradicciones y tensiones aparezcan en la imagen.
Rebeca – Colectivo Registro Callejero: Pensaba que como el movimiento comenzó en octubre pero duró tanto, digamos que todavía dura de alguna forma, se fue encontrando con otros hitos. Creo que lo particular de la revuelta es que se fue topando con hitos de nuestra propia historia, como el aniversario de la muerte de Camilo Catrillanca que armó la pauta de “la semana mapuche”, sin querer mercantilizar la agenda. También hubo una semana que todo estuvo marcado por el hito de la performance de Las Tesis. Entonces todas las semanas había un motivo por el cual reactivar el movimiento y que no decayera. Y eso se vio, por ejemplo, en esta muestra de FIDOCS, como que todos los colectivos desde su punto de vista fueron grabando esta cronología; que todavía no se termina, porque hay que ver cómo esta revuelta se esta manifestando en tiempos de pandemia, las mismas movilizaciones que están ocurriendo ahora, por ejemplo, en El Bosque, como la gente está protestando de otras maneras en el encierro. La agenda ahora no ha parado y hay que ver como continuamos.
Nayra – #OjoChile: Yo quiero complementar lo que estás diciendo tu, Rebe, estoy muy de acuerdo con eso de que se iba marcando la agenda, y que eso iba haciendo que los distintos colectivos fuéramos respondiendo a cosas muy dramáticas y a otras que tenían que ver con conmemoraciones de eventos que habían sucedido antes. Empezó también a suceder algo muy bonito que tiene que ver con la comunicación dentro de los barrios, de las poblaciones, de las manzanas, de la cuadra, que es la comunicación sonora, de los cacerolazos, que empezó a generar una red. Como habló la ciudad sonoramente fue muy potente. Eso en términos de registro, se manifestó como un lenguaje sonoro que acompañaba por ejemplo algunas piezas audiovisuales que generamos con #OjoChile.
Rebeca – Colectivo Registro Callejero: Por ejemplo, el video de Diego Pequeño 8“Protesta Pacífica. Un grupo de manifestantes protesta de manera pacífica, en silencio, solo haciendo sonar la entrada de la estación”. Realización: Diego Pequeño. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=L7i0QQnXfEg donde la gente está golpeando en la estación Baquedano donde se torturó, o la de las latas que pusieron en la Telefónica de Mauricio Corco 9“Manifestantes percuten las protecciones de metal instaladas en el ingreso del edificio Telefónica. Plaza de la Dignidad (Ex Plaza Italia)”. Registro 12 de noviembre. Realización Mauricio Corco, edición: Camilo Cerda. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=Hmd93igrFO4. Es que hubo un montón de manifestaciones donde jugó no solamente lo obvio, sino que hubo otras expresiones, como teñir roja el agua de las fuentes, o incluso la iconografía más pop, como por ejemplo la de Pikachu o el Spiderman, que se convirtieron en esta especie de “Avengers chilenos de la protesta”. Entonces ahí está también el tema del humor, y una expresión que hizo que toda la gente fuera colaborando al imaginario de nuestra propia revuelta. Entonces si bien se puede pensar el estallido dentro de una crisis global, tiene sus elementos chilenos, que son también incluso de exportación. Cuando comenzaron las protestas en Colombia hubo muchas cosas que se replicaron de aquí, y creo que eso también se conoció gracias a este registro que no era el oficial pero que mostraba mucho las expresiones de la gente, que mezclaban el dolor, el desahogo y la alegría de encontrarse en la calle.
Laura: Y en el caso de la Escuela Popular al momento de producir o seleccionar imágenes, ¿observaban o conversaban de estas tensiones que surgen del registro de estas imágenes que cruzan la violencia, el humor, la denuncia…?
Fa y Sofía - Escuela Popular de Cine: Bueno con lo que se hablaba antes sobre el tratamiento de las imágenes o una “línea editorial”, podría decir que nosotros somos una Escuela y como tal se convoca a distintas personas. Llevamos varios años, así que somos un grupo numeroso y diverso, en donde los procesos de enfrentarse a la creación, enfrentarse a la cámara, al plano, al encuadre y también al proceso de montaje, va teniendo distintos ritmos y distintos procesos a nivel personal. Los avances, los cortes, que se van presentando se discuten de manera colectiva al interior de la Escuela, todos tenemos una participación activa en ese proceso. Pero una vez que se reformula la dinámica de la Escuela por la revuelta, ese proceso se pasa a hacer un poco en la calle. Más que existir como un documento sobre “que imágenes son permitidas” nosotros animamos a la creación, a superar esas barreras, y finalmente se somete a discusión en la misma calle, en el mismo espacio de exhibición. Ahora también es importante decir que los tratamientos de los distintos cortos son bien diversos, hay diversos puntos de vista de los creadores y distintos procesos de creación, en algunos casos se descargan imágenes, en otros se registra lo que esta sucediendo en los territorios de cada uno.
Y, también como decía Rebeca, había un poco una evolución de lo que iba pasando, y por tanto, de las imágenes que íbamos exhibiendo. En un principio se ocuparon más las imágenes que estaban en internet con textos, como para decir “esto esta pasando y no se está mostrando en la tele”, y luego se va mutando más a imágenes que tienen que ver con profundizar o complejizar, tener más miradas como en tensión. Por ejemplo, había cortes de algunas compañeras en donde se veían a los chalecos amarillos y aparecían entonces las tensiones entre los vecinos, había peleas, personas que no apoyaban las manifestaciones, o que estaban armados protegiendo el supermercado. Eso implicaba un tratamiento de cosas más complejo, y por eso era importante el espacio de conversación post exhibición, porque ya no era un tema de pura catarsis, sino que también estaban pasando otras cosas que era necesario discutir. Entonces la misma gente que asistía a la exhibición comentaba qué le parecía, y eso era lo que aportaba, la intención es siempre abrir el dialogo. Como decíamos, la Escuela no es un canal de comunicación, no es como la prensa, así que los procesos de creación van a distintos ritmos, según las personas que lo van llevando a cabo, y a partir de eso y en un animo de no perder el ritmo en este contexto de pandemia y confinamiento lanzamos el programa “Contagio Audiovisual Popular”. A través de este programa hacemos un llamado a que diversos colectivos o personas individuales, de los cuales muchos participaron en distintos ciclos de la Escuela, manden sus materiales que luego exhibimos en transmisiones en vivo. Y con eso hemos ido armando una programación semanal que esta disponible en Facebook 10 https://www.facebook.com/escuelapopulardecine.chile/ y Youtube 11https://www.youtube.com/channel/UC7DE9FKX8uhH1VMI71MmqJw/featured y es un poco la parte visible del trabajo que se está llevando ahora en la Escuela. La esencia de la Escuela es el trabajo colaborativo, y ahí la vamos levantando semana a semana, bien a pulso y en conjunto.
Laura: Varias de ustedes estuvieron mencionando cómo se sigue desarrollando el colectivo hoy, sus procesos actuales, incluso en cuarentena, me gustaría que cuenten un poco más sobre ello.
Rebeca – Colectivo Registro Callejero: En nuestro caso, todo este tiempo ha sido como: crisis, pausa, crisis, pausa. En el verano, bajó la cantidad de registros que recibíamos, y las movilizaciones empezaron otro proceso que tenían que ver con prepararse para el plebiscito, desde los cabildos, los levantamientos de información que hicimos hasta marzo, donde incluso se empezaron a armar las franjas de campaña. Entonces nosotros si bien teníamos material para subir lo dejamos en stand by porque estábamos pensando en cuál podía ser nuestro rol como Colectivo Registro Callejero en ese momento, ya que de alguna forma sentíamos que habíamos entendido mejor nuestro perfil. Y nosotros como individuos empezamos a participar más en otras instancias que tenían que ver con este proceso constituyente, incluso varias de las que estamos acá estamos involucradas en las campañas para la franja, para contribuir con el siguiente paso, que es lo que todos esperamos. Y todo eso quedó pausado en el tiempo que ahora nos tiene encerrados en las casas…
Nayra – #OjoChile: En el colectivo #OjoChile, si bien durante el verano bajó un poco la actividad, seguimos reuniéndonos, repensando y enfocándonos en las campañas, y en ese sentido nos pusimos al servicio de las organizaciones sociales para poder contribuir con lo que nosotros estábamos haciendo, con ideas de campañas y pequeñas capsulas. Queríamos contribuir ahí directamente con las organizaciones sociales, ayudar a conducir los mensajes que se estaban proponiendo tanto en la constitución, como en materia de demandas sociales y derechos humanos. Cuando nos estábamos acercando al plebiscito, con #OjoChile conversamos con la “Franja de la Dignidad” y “Que Chile Decida” para colaborar con las organizaciones sociales que eran representadas proporcionalmente en los espacios de la Franja del Apruebo por TV. De todas formas seguimos activos con lo que esta pasando con la pandemia y la contingencia actual, que ya mencioné. Actualmente estamos haciendo un programa que se llama “Diálogos abiertos”, es una serie de ocho capítulos en donde dos personas dialogan entorno a un tema que atraviesa la contingencia, profundizan en cuál es el origen y la problemátizan en torno a la constitución y el proceso constituyente 12Se puede acceder a dicha actividad a través del instagram del colectivo: https://www.instagram.com/tv/CDaHMNWJRLR/?igshid=1le2z7c2qssv.
Y una conclusión que quería comentar sobre la experiencia de “Archivo en proceso” que hicimos con el FIDOCS para enganchar con lo que estaban diciendo las chicas de la Escuela Popular de Cine y tu pregunta de ¿cómo se filma un estallido?, a nosotros nos tocó ver mucho, mucho, material dentro del equipo de programación, y vimos que había mucha efervescencia, pero también vez una dificultad a la hora de enfrentar el registro: o se ponía la cámara y el micrófono de forma directa y se registraba a modo de denuncia o gente diciendo lo que sentía, el sentimiento de indignación, sin filtro; o bien se elaboraban estrategias visuales, audiovisuales, donde se buscaba premeditadamente o en montaje, una forma de ordenar la narración o relato. Hubo un acervo enorme, enorme, de material, y de ahí que uno piensa que no hay forma de abordar el estallido sino es a través de múltiples miradas, múltiples ojos, porque el estallido lo vivimos con las cámaras encendidas. Por eso es que los colectivos cobraron tanta fuerza, tuvieron tanto sentido, pues lograron conducir muchas maneras de contar algo que todos estábamos viviendo, pero que, a la vez, no alcanzaba un único lenguaje para poder describirlo. Por eso pienso que se arma todo este mapa de colaboraciones que mencioné anteriormente, en donde #OjoChile surge como una respuesta a esa urgencia de comunicar, con la intención de que pudieran aparecer todas estas miradas y causas, a través de mensajes que llegaran de forma transversal.
Josefina - MAFI: Yo justo estaba siguiendo ahora en Twitter una gran movilización yendo a Temuco a manifestarse por los presos políticos mapuche que llevan más de cincuenta días de huelga de hambre. Y sí, estar encerrados, encerradas, provoca esta asfixia medio extraña, pero al mismo tiempo sabemos que hay muchas cosas pasando, que seguimos organizadas, y desde MAFI al menos estamos constantemente reuniéndonos, conversando y construyendo algunas imágenes urgentes. Pero también siento que es muy extraño, muy confuso, muy asfixiante todo lo que estamos viviendo. Y otra cosa importante que nos ha pasado ahora con MAFI es que nos reconectamos con los distintos territorios con los que hemos colaborado y trabajado a lo largo de estos años, en especial con aquellos que están en situaciones de complejidades más radicales. Por ejemplo a través de las residencias territoriales estuvimos el 2017 en Bajos de Mena y allí se armó un canal comunitario: “Bajos de Mena Tevé” 13Se puede acceder al Facebook del grupo para mayores antecedentes en el siguiente link: https://www.facebook.com/bajosdemenatv/, que siguió y tomó una fuerza grande, en especial con Melyna Montes que luego formó otro canal de televisión comunitario que se llama “La vitrina tv” 14Se puede acceder al Facebook del grupo para mayores antecedentes en el siguiente link:: https://www.facebook.com/LaVitrinaTV/, y desde allí se están organizando ollas comunes con las que estamos en contacto para apoyar la autogestión territorial en tiempos de crisis; también en Lo Hermida y en Petorca. Entonces siento que lo que nos ha tocado ahora es ir más allá de la imagen para poder trabajar desde el cuidado mutuo, desde el apoyo mutuo. Creo que las lógicas del cuidado han sido lo primordial, cuidado con quienes hemos colaborado, con el colectivo mismo, a través de las imágenes y más allá de ellas.
Fa y Sofía - Escuela Popular de Cine: Si bien estamos en una condición de “encierro”, como dice Josefina, sí están pasando cosas. Por ejemplo en la Escuela, la mayor parte de la gente no es del mundo audiovisual, sino que hacen otras cosas, y su creación, nuestra creación, nace mucho desde una urgencia, desde donde estoy necesito decir algo; y esa urgencia está, nos estemos juntando o no nos estemos juntando, estemos en cuarentena o no, compartamos o no en redes sociales. Entonces la Escuela es un espacio para darle cabida y valor a a ese impulso de crear y compartir las herramientas para abordar esa urgencia y eso es algo que se mantiene ahora con un aprendizaje conjunto que continúa.
Laura: Muchas gracias a todas por la conversación.
Lattanzi, L. (2020). Conversatorio Colectivos Audiovisuales de la Revuelta, laFuga, 24. [Fecha de consulta: 2024-11-21] Disponible en: http://2016.lafuga.cl/conversatorio-colectivos-audiovisuales-de-la-revuelta/1002