Ficción marica. Diversidad y disidencia sexual en el cine chileno

Por Karen Glavic

Autor: Roberto Doveris Año: 2024 País: Chile Editorial: Metales Pesados & laFuga

 
 

La ficción marica interpela el estatuto de la mirada. Como en el famoso texto de Laura Mulvey, Placer visual y cine narrativo, la mirada es puesta en cuestión a partir del distanciamiento que pueda tener del ojo heterosexual. Así como la autora feminista, el libro busca cuestionar a los estatutos propios del cine, a través un ojo político y marica que analiza un universo de casi un centenar de filmes. El libro de Roberto Doveris hace un primer gesto de generosidad: ofrece a los lectores una tremenda guía cinéfila para moverse entre sexo, género y deseo LGTBIQ+. ¿Qué películas logran interrogar desde una nueva perspectiva visual en la amplia oferta del cine gay, queer, filogay u otros del abecedario LGTB?

Entre separaciones temporales, Doveris distancia al cine marica de la transición, de la pedagogía y del novísimo, sin dejar de reconocer a películas clásicas de la “insinuación cola” como la clásica Caluga o menta (1990) de Gonzalo Justiniano. El autor derriba las expectativas sobre el rol social que puede cumplir el cine LGTBIQ+, en la medida en que se espera que este resuelva la necesidad de educación del colectivo, un rol que deben cumplir otras esferas de la sociedad. Confiar excesivamente en el dispositivo cinematográfico es esperar una transparencia que texto fílmico no tiene, no al menos, en un cine que se plantea post escena de la representación.

Doveris se introduce en un campo de reflexión que ya ha podido enunciar que es prolífico y, por tanto, no clausurado. El punto de vista acá no coincide con la mirada heterosexual que es una producción material inconsciente, que traspasa a la película como texto, guion, producción, encuadre, plano y espacio extrafílmico; un fuera de campo que muchas veces hace que los filmes se movilicen hacia la aprobación de leyes u otras resistencias políticas y sociales. 

¿Cómo el cine puede resistir a la mirada heterosexual? Doveris sigue a Judith Butler para cuestionar el sexo a través de la tríada sexo-género-deseo, tomando posición por un sexo que ya está generizado y, por lo tanto, lleno de significantes productores de sentido y ley simbólica. De aquí resulta fundamental la apuesta por el deseo que recorrerá varios aspectos del libro como la punta de lanza de la ficción y la mirada marica. De entre varias sugerentes propuestas de lectura que el autor brinda, explora las tensiones entre la homosexualidad y la izquierda chilena repercutiendo en el cine. En Ficción Marica películas como Tengo miedo torero (2020) de Rodrigo Sepúlveda representan un encuentro ya abordado por la teoría: parece que el único lugar en que la loca y el revolucionario se encuentran es en la persecución y el desencuentro.

Roberto Doveris abre espacio firme para la mirada feminista. Si ya el corpus de lectura anuncia que la mirada masculina está siendo interrogada, otros gestos permiten pensar en la solidaridad de las luchas contra el patriarcado en el cine, a través de la ficción marica. La caricatura de la loca, la ausencia de personajes homosexuales en los años ochenta, y la aparición cola velada en los noventa, van abriendo un conflicto de género en lenguaje cinematográfico, un juego de proyecciones y puntos de vista, en donde las mujeres también faltan. Los dos miles inauguran nueva fase para el cine chileno que reclama a la mirada masculina su tono totalizante, desplazando la crítica hacia la pregunta por el marco teórico que cruza a las películas. Allí Doveris, a través de Butler, se plantea dos tareas: dar cuenta del lugar conceptualmente complicado que ocupan sexo, género y deseo; y lograr visualizar el mundo que se entrega, y que, junto a un marco de teoría, también tiene ya un género asignado.

Así como un estudio sobre cine queer será siempre un estudio feminista, propone el libro, el autor insiste en mirar cómo los filmes plantean el sexo homosexual, ya sea como trauma, como legitimidad del deseo o como arquetipo. Tanto una mirada que desordene el campo, como lo propio de cada filme, pueden ser estrategias para construir una ficción marica, un desplazamiento hacia otras narraciones posibles. Hay en el libro sugerencias interesantes respecto del lugar de estas películas, no se trata tanto de sacar del orden de lo crítico o lo queer producciones como Una mujer fantástica (2017) de Sebastián Lelio, por ejemplo, sino de apuntar su repercusión en el orden social o, en otras como El diablo es magnífico (2016) de Nicolás Videla, el desorden que plantea en la discusión centro-periferia.

Con una mirada brillante, refrescante que invita a re-poner el ojo sobre un centenar de películas, Ficción marica es un texto generoso, sustantivo, abierto, que tiene la capacidad de inventar y jugar con los conceptos. Es una guía cinéfila y una invitación para conocer y volver a mirar desde el placer dentro y fuera de la pantalla, con un ojo inquieto e inquietante, que no olvida que el deseo es el lugar donde se encuentran cinéfilos, feministas, colas y ficciones maricas.

 

 
Como citar:
Glavic, K. (2024). Ficción marica. Diversidad y disidencia sexual en el cine chileno, laFuga, 28. [Fecha de consulta: 2025-02-19] Disponible en: http://2016.lafuga.cl/ficcion-marica-diversidad-y-disidencia-sexual-en-el-cine-chileno/1228