Si bien, se da por hecho que la prostitución es el oficio más antiguo del mundo, las antropólogas Werida Trevathan y Karen Rorenberg sugieren que la labor de la partería data desde el origen de la humanidad. De acuerdo con Trevathan y Rorenberg, el parto asistido se puede asociar con el bipedismo de los homínidos, pues el tamaño del cerebro humano y la posición del bebé al nacer dificultan que la mujer pueda parir por sí misma de forma segura; por esto, a diferencia del resto de los primates –que eligen la soledad para dar a luz– las humanas buscan ayuda en el parto (1201). En este contexto, otras mujeres (madres, hermanas, familiares) resultan esenciales en un fenómeno cercano a lo universal en la especie (1203).
Hasta el auge de la modernidad, las parteras, meicas o curanderas, además de servir como matronas, prestaban servicios ginecológicos y por lo mismo podían, también, facilitar asistencia anticonceptiva, practicar abortos y/o controlar la sexualidad de una colectividad. Solo cuando la medicina moderna descubre la necesidad de asepsia en los hospitales –mientras la caza de brujas europea eliminaba a buena parte de aquellas ‘hechiceras’ que desarrollaban, entre otras actividades, el oficio de matronas– las parturientas dejaron de dar a luz en casa, en compañía de una comadrona (ver Davis-Floyd y Cheyney). Por lo tanto, el trabajo de parto y el alumbramiento era un territorio femenino exclusivo, situación que cambió cuando los médicos y la razón ilustrada tomaron control del cuerpo y la reproducción de la mujer.
Las demás, de Alexandra Hyland, subvierte el peso del discurso patriarcal moderno, construido en torno a la experiencia abortiva y recupera una agencia femenina en el ámbito de los derechos reproductivos, al desarrollar una comedia –o, más bien, una dramedia– queer en la que prevalece un nuevo modelo de familia, sexualidad y una reapropiación del cuerpo de la mujer.
Rafaela (Nicole Sazo Cariola) y Gabriela (Alicia Luz Rodríguez) son estudiantes universitarias y amigas incondicionales. A pesar de tener diferentes temperamentos, las chicas se visten igual, van juntas a las mismas fiestas y adoran el color rosado (intenso). Son aliadas, hermanas, familia. El embarazo inesperado de Rafa las obliga a poner un pie a tierra, en búsqueda de un recurso para interrumpir la gestación. Como el aborto en Chile es ilegal, las muchachas inician su periplo en una sociedad en que la todo tiene su precio.
La elección de una dupla femenina como protagonista de la película, le permite a Hyland no solo distanciarse del registro dramático –interpretado, normalmente, por parejas heterosexuales– que prima en las narrativas sobre embarazos no deseados, sino también, le permite examinar otros tipos de afectos, filiaciones y vínculos. En particular, el acompañamiento de Gaby en todas las etapas que atraviesa su amiga, Rafa, recupera la figura de la doula y la agencia femenina en el ámbito de la reproducción, como factores de un universo que fue arrebatado con la medicalización y hospitalización del parto. Así, Las demás reversiona el discurso heteronormativo que predomina en las narrativas relacionadas con la interrupción del embarazo y permite comprender el rol que cumple la doula de aborto inducido.
La estética camp que predomina en la película (en las pelucas, la decoración, los peluches, las fiestas, el brillo, el rosado neón) se alinea con la exploración de lo serio combinado con lo trágico y lo cómico (a fin de cuentas, se trata de una dramedia). “Estamos bien para hacerlo con la señorita Otrol; Misotrol” declara el médico cuando confirma el embarazo de Rafa y su juego de palabras da cuenta de que, en Chile, el aborto es un secreto a voces que requiere de su despenalización. De esta suerte, detrás de la ironía, extravagancia y la exageración, en Las demás, también se visualiza el artificio.
Susan Sontag, quien acuña el concepto a mediados de la década de 1960, advierte que: “la sensibilidad camp es aquella que está abierta a un doble sentido en que las cosas pueden ser tomadas. Pero no es ésta la construcción familiar dicotómica de un significado literal, por una parte, y un significado simbólico, por otra. Es, más bien, la diferencia entre la cosa en cuanto significa algo, cualquier cosa, y la cosa en cuanto puro artificio”. (309)
En tal sentido, lo camp de Las demás revela lo artificioso que resulta penalizar el aborto, pues, tal como lo demuestra la película, la práctica existe y el acceso a este procedimiento depende de su costo.
Hyland resuelve el problema de la asequibilidad por medio del recurso argumental del deus ex machina, lo cual vincula la película con el concepto del teatro antiguo y medieval. La teatralización del mundo es, por cierto, un aspecto esencial del medioevo carnavalesco, de manera que lo camp de Las demás se ve complementado con el universo del carnaval bajtiniano, tal como se advierte en las fiestas, orgías y en la risa (como gesto de empoderamiento femenino, en este caso). En definitiva, el deus ex machina de Hyland revela ese Chile en donde “la que puede, puede” (realizarse dos abortos y medio) y a “las demás” les toca aplaudir.
Las demás es una obra valiente, necesaria, que –si bien presenta algunos ripios menores– resulta imprescindible en un Chile farandulero, del doble estándar, de peluches y de precariedad laboral. La discusión sobre el aborto requiere de atención inmediata, tal como lo ha advertido una ministra de estado quien ha sostenido que este tipo de decisiones no se toman pensando en los deseos de los príncipes de la Iglesia. Como discurso carnavalizado, la película de Hyland ofrece una visión del mundo, del ser humano y de las relaciones humanas “totalmente diferente, deliberadamente no-oficial, exterior a la Iglesia y al Estado; (…) al lado del mundo oficial, un segundo mundo y una segunda vida (…) en una esfera particular de la vida cotidiana” (Bajtin 5, 7). Con esto, Las demás abre la posibilidad de resistencia y subversión, cuestionando las normas jerárquicas, las reglas y las prohibiciones de la doctrina religiosa y del sistema moral patriarcal.
Obras citadas
Mijail Bajtin. La cultura popular en la Edad Media y en el Renacimiento. Alianza Editorial, 2003.
Davis-Floyd, Robbie, and Melissa Cheyney. “Birth and the Big Bad Wolf: An Evolutionary
Perspective.” Childbirth across cultures: ideas and practices of pregnancy, childbirth and the postpartum. Springer, 2009. 1-22.
Rosenberg, Karen, and Wenda Trevathan. “Birth, Obstetrics and Human Evolution.” BJOG: An
international journal of obstetrics and gynaecology 109.11 (2002): 1199-1206.
Sontag, Susan. “Notas sobre lo ‘camp’”. Contra la interpretación y otros ensayos. Seix
Barral, 1984. 303-21.
Barraza, V. (2024). Las demás, laFuga, 28. [Fecha de consulta: 2025-02-19] Disponible en: http://2016.lafuga.cl/las-demas/1219