Cine, neoliberalismo y cultura

Crítica de la economía política del cine chileno contemporáneo

Por Iván Pinto Veas

Biografía +

Crítico de cine, investigador y docente. Doctor en Estudios Latinoamericanos (Universidad de Chile). Licenciado en Estética de la Universidad Católica y de Cine y televisión Universidad ARCIS, con estudios de Comunicación y Cultura (UBA, Buenos Aires). Editor del sitio http://lafuga.cl, especializado en cine contemporáneo. Director http://elagentecine.cl, sitio de crítica de cine y festivales.


 
 

Cine, neoliberalismo y cultura de Roberto Trejo (Lom- Arcis, 2009) es un libro que tiene por objetivo situar un análisis de la economía del cine en Chile, en el marco de los procesos políticos en curso, como el mismo Trejo define, el planteamiento de base es “que las economías y los Estados de la región no cuentan con las estructuras empresariales, comerciales y marcos reguladores adecuados que le permitan competir exitosamenter en el escenario audiovisual del siglo XXI”. Lleno de información (y cifras), es un excelente análisis sobre la concentración económica, de algún modo es una crítica a los procesos más de base y profundos que condicionan la producción de cine y audiovisual (largos y buenos capítulos sobre EEUU y la forma en que la venta de derechos, productos, e incluso softwares, pertenecientes todos a las industrias culturales, establecen una dinámica de consumo local y no de producción). El rol del audiovisual en el capitalismo tardío, su lugar en la economía, pero así también en su modo de producir una cultura (“visual”, ligada a la “imagen”), también es detacada por Trejo, entendiendo su poder político 1Ir a entrevista a Roberto Trejo .

Otro buen segmento refiere al desarrollo de la Industria del cine en Chile y los modelos de apoyo a la producción. En este recorrido, Trejo articula su crítica más dura y que es el modo en que, luego de la reestructuración económica del país- donde el cine fue prácticamente eliminado- para luego pasar al rol del Estado en la producción local y este creciente “boom” del cine chileno.

Desde aquí, hay dos críticas que son las más importantes, a mi parecer. La primera, el efecto irreal de la liberalización de la producción, desregulada y completamente disociada de las relaciones sociales de producción. Segundo, la “alienación” (así tal cual) en dos zonas. La primera, en la zona de los consumos, regido por los modelos, formas y contenidos hegemónicos, en su mayor parte por E.E.U.U. La segunda, la crítica a los cineastas, quienes, para Trejo, habrían caído por un lado, en la tautología del arte por arte y por otro en el llamado fetichismo tecnológico.

Para Trejo los cineastas cumplirían un rol orgánico en la sociedad actual, es decir, no como sujetos críticos, colectivizados, utilizando el cine para ayudar al cambio social, si no, para el consumo de una producción de signos irrelevantes, digitales y vaciados de contenido. En esto último, me detengo. ¿Qué cine estaría pensando Trejo como solución? No es del todo claro, aunque ciertamente, primero, un cine que estaría establecido fuertemente desde una economía regional (el llamado “espacio audiovisual”, del que se viene hablando desde Gettino en adelante); segundo, a partir de la crítica al cine Norteamericano (que ve en el cine puro espectáculo y negocio) y al cine Europeo (con sus fallidas políticas de excepción al audiovisual) articular una tercera vía, que en mucho recuerda a los postulados de base del cine latinoamericano de la década del sesenta (pensemos en el “Tercer cine” de Solanas y Gettino).

Podríamos decir que es en esta zona del “dónde” de la cultura neoliberal donde Trejo falla el tiro(no así en parte de la crítica a la crítica económica y política de base), asumiendo para el cine esa posición afirmativa de la producción comunicacional. Pero como fenómeno histórico- incluso en momentos como la revolución soviética- el cine ha sido ese “arte industrial” lleno de contradicciones, como ha recordado Jacques Ranciére recientemente. ¿No es, en ese lugar donde, radica gran parte de lo que estaríamos discutiendo, ya en la zona ligada al cine como producción simbólico-artística? ¿del cine como un espacio de saber y conocimiento? Por otro ¿no es la herencia de las prácticas artísticas del cine en gran parte del siglo XX donde se formula una mirada crítica hacia el “arte por el arte”? Y por último ¿No es la crítica a la determinación ideológica a estas alturas una crítica que deba tener en cuenta a la cultura como una zona de producción de ciertas “resistencias”- psicoanalíticas, ideológicas, históricas- al capitalismo tardío?

 

 
Como citar:
Pinto Veas, I. (2010). Cine, neoliberalismo y cultura, laFuga, 11. [Fecha de consulta: 2024-10-30] Disponible en: http://2016.lafuga.cl/cine-neoliberalismo-y-cultura/426