De entrada cabe destacar que la tercera película del director francés Michael Gondry, es en verdad la primera y más personal.
Las primeras películas de Michel Gondry “Human nature” (2001) y “Eternal sunshine of the spotless mind” (2004) fueron escritas por Charlie Kaufmann. En ambas quedó claro que no había otro mejor que el director de videos francés para traducir a imágenes la locura, el humor y la sensibilidad del guionista estadounidense. Toda la autoría que Gondry no pudo introducir en éstas anteriormente se manifiesta en “The Science of sleep”. Como pocas películas de ficción, es este uno de los retratos más personales que un director se haya atrevido jamás a realizar. Pues el personaje de Stéphane (Gael García Bernal) no es otro que el propio Gondry.
Tras fallecer su padre, Stéphane deja México para radicarse con su madre en París. Ésta le ha conseguido un trabajo como diseñador creativo en una empresa fabricante de calendarios. A cuestas con el idioma pero ilusionado, el veinteañero constata que su labor no es más que pegar recortes con fechas y llevarlos al scanner. Sus compañeros de oficina son autómatas, ciudadanos medios sin creatividad y su madre no le dedica suficiente tiempo pues vive con su nuevo amante. En sus sueños, entendidos estos también como su imaginación, Stéphane encuentra la receta para evadir este mundo hostil. Sin hacer hincapié en diferenciar lo real de lo ilusorio, Gondry introduce a Stéphane, y así también al espectador, a través de simples cortes directos al mundo creado por este: un estudio propio de televisión hecho de cartón en donde él dirige su programa y que representa su refugio del exterior. Al poco tiempo conocerá a su nueva vecina, Stéphanie, centro de atracción en contra de su timidez y cable a tierra hacia el mundo real. En base a esta relación amorosa, se desarrollará un film que de apariencia pareciera ser muy simple, pero que en el fondo es tremendamente complicado. Gondry no le da mucha importancia ni a los personajes secundarios, ni a cierto tipo de “estética linda” propia de sus videos de música y anteriores películas. En “The science of Sleep” el único centro del relato es Stéphane y su carácter (comprendido como su psicología).
Partiendo por la estética, “The science of Sleep” dista mucho de sus videos de música hechos para Björk , White Stripes o Chemical Brothers . También se distancia de la perfección visual del mundo de los recuerdos de Joel construido en “Eternal sunshine…” y está mucho más lejos de lo que estamos acostumbrados a ver en los coloridos y simétricos cuadros de las películas de Wes Anderson. En toda la película se montan planos del mundo real con aquellos del mundo ilusorio sin pretender hacer entre ellos una diferencia evidente. Se infiere así que ambos mundos son asumidos por Stéphane como iguales. La fantasía vive en armonía con la realidad y viceversa. En el film abunda el cartón, el papel maché semi coloreado, los géneros toscos mal cortados e imperfectos. En el fondo, la estética de “The science of Sleep” pretende asemejar una estética infantil y no el producto de un equipo de artistas consagrados detrás de las cámaras. Su estética es como la mente de Stéphane: inmadura, inocente, infantil. Esta metafórica interpretación de la estética nos conduce irremediablemente al carácter psicológico del protagonista.
La pérdida de la inocencia
A diferencia de “Eternal sunshine…”, el guión de Gondry no apela al amor como una ilusión. En Kaufmann, los protagonistas saben que el amor es algo difícil, imperfecto, pero real. Y son justamente esos problemas y esos pesares los que gatillan su decisión de seguir juntos: el amor, tuviese la forma que tuviese, sí era posible. En Gondry, la historia también es de amor, pero Stéphane, por más que quiera, no logra asumir que su amor es real y por lo tanto algo problemático, adverso. Siendo incapaz de enfrentarlo, “huye” a su mundo de ilusiones. Si bien estas escapatorias hacia lo imaginario resultan por lo general divertidas y absurdas en el sentido del humor de Kaufmann, todas ellas están marcadas por cierto tono melancólico. Al imaginar, entendido aquí como una patología psicológica, Stéphane cae en un estado de inconciencia que, más que jocoso, realmente es triste. Pese a que sus sueños no son pesadillas y aunque en éstos él pareciera divertirse, tener éxito y ser feliz, Gondry deja en claro que como ser social, Stéphane ha fracasado. Su sensibilidad e imaginación no son compatibles con las personas que lo rodean y por ende se ve obligado a seguir escapando. Hay dos escenas claves que ratifican la imposibilidad de este personaje de asumir lo real y en vez vivir en lo imaginario. En ambas, Stéphane se lamenta frente a Stéphanie, suelta sollozos, su cuerpo se contrae como en una “pataleta” de niño chico. Lo curioso es que, las lágrimas, entendidas como la materialización por excelencia de la pena o el momento cúspide de todo lamento, nunca salen de los ojos de Stéphane. Las lágrimas son propias del mundo real, en donde no todo sale bien, donde la gente es a ratos insensible e imperfecta. Y las relaciones reales se constituyen justamente entre aquellos que lo saben y que están dispuestos a enfrentarlo como tal. La realidad se escapa ahora como posibilidad concreta de vida para Stéphane, pues para ella no hay cabida en su mundo imaginario.
Con “The science of Sleep” y la reconstrucción de su juventud, Gondry da claras muestras de valentía y madurez. Por el contrario de lo que se pueda pensar, su tercera o mejor dicho primera película no posee un tono condescendiente con su personaje, sino más bien crítico y melancólico. Pues si bien el director francés valida el mundo de Stéphane (o su antiguo propio mundo), al retratarlo toma la distancia suficiente y no lo idealiza. De esta forma demuestra haber perdido su propia inocencia y acepta que, lamentablemente, en el mundo real una personalidad así no tiene cabida.
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Víctor Cubillos Puelma es Licenciado en comunicación social y periodista. Estudió Teoría de la Comunicación y concluye un estudio de Magíster Artium en Teoría del Cine, ambas en la Universidad Libre de Berlín, Alemania. cubillosvic@hotmail.com
Cubillos, V. (2005). Science of Sleep, laFuga, 1. [Fecha de consulta: 2024-12-10] Disponible en: http://2016.lafuga.cl/science-of-sleep/207