Paul Wells (teórico de la animación y director de animación de la Universidad de Loughborough, Inglaterra) en su libro de Understanding Animation 1Versión en español: Wells. P. (2007). Fundamentos de la animación. Barcelona: Parramón nos lleva por un viaje de la creación del mundo animado en sus diferentes técnicas, estilos y con diferentes animadores, ilustrando cada uno de los excitantes temas del libro. En dos apartados cita a Bill Plympton (en el libro sale comentado en el capítulo de construcción de personajes “los personajes y el movimiento” y “estudios de posgrados para animadores” con presencia de animadores importantes), el mítico animador independiente que ha definido un curso de la animación políticamente incorrecta, anti-disney y de una iconoclastía que ha logrado redefinir el concepto del cuerpo humano y el humor negro en un alta y completa autonomía de un arte absoluto: el cine de animación.
Bill Plympton es el tipo de animador que comienza dibujando mucho como ilustrador y caricaturista político y que luego quiere trabajar para los consagrados estudios, pero se da cuenta que es totalmente distinto a ese mundo y no puede esperar por hacer sus propios dibujos animados (y por supuesto crear sus propios personajes). Luego consigue hacer su primera animación mezclando el live-action con la animación pero que no tendría éxito ni de público como de la crítica: Drawing Lesson #2 (1985).
Decide animar independientemente sus propias creaciones. Esto es precisamente uno de los temas de sus clases o de su worshop que da en deferentes festivales del mundo, y que lo trajo al pasado festival de Valdivia acá en Chile. Encuentro marcado por el humor y la efectividad de algunas ideas en torno a la producción de animación independiente: corto, barato y entretenido es su dogma. El resultado ejemplar: Bambi meets Godzila (1969) de Marv Newland (una descollante animación que resume el espíritu de Plympton) una chistoso, cortísimo, imprudente, intertextual, inclasificable e hilarante trabajo. Según Plympton era una de sus animaciones preferidas.
Con respecto a Plympton todo comenzó a hacer exitoso para él cuando sus trabajos comenzaron a desfilar por MTV y que ahora siguen dando en algunas cadenas de cable. Tiene una entretenida página web que siempre tiene alguna sorpresa, como cuando instalo una cámara web, para que sus fans pudieran ver como hacía los dibujos en línea de Hair Hair (2004), uno de sus largometrajes más caros. Pero cuál es el estilo que se desprende de los dibujos y la animación de Plympton. Hacia donde se dirigen sus temas? qué hace que nosotros sintamos más sensaciones aparte del buen chiste visual o que nos admiremos por su trazo rápido y vibrante.
Primero habría que hablar de sus animaciones más conocidas y más interesantes como son las Your Face (1985), o 25 Ways to Quit Smoking (1989), o Sex & Violence, (1997) que pueden parecer “ejercicios” en torno a un personaje común, de terno y con rasgos que no sobresalen, con una línea de dibujo nerviosa, color pastel vibrante y fondo blanco. Lo que resalta en estas cortas animaciones, no son precisamente su cualidad estética, pero sí el carácter de la exageración de los gags, la pasividad del cuerpo-personaje frente a lo que le ocurre y el efecto de risa que produce con sus rasgos paradojales son el gran genio de estos trabajos.
Todos ellos producen un efecto de acumulación de gags sobre la cualidad de la animación para hablar y expresar satíricamente, mordazmente y a veces poéticamente aspectos del hombre y su desintegración como individuo deseante y equilibrado a la vez, como sujeto farsante y socialmente medio, de pulsiones violentas y sexuales absurdas e inocuo frente a sus propias contradicciones sociales. La metáfora y metamorfosis, potentes y singulares en algunas animaciones, se hacen carne y trazo; o sea, se disuelven y se metaforizan a la vez, por ser justamente animación. No son referentes de nada pero aluden a la cosa esencial de manera contundente. Y este tipo de risa ácida y exagerada, no exenta de citas pero sin abusar de ellas para nada- no como las animaciones posmodernas de los Simpson por ejemplo- son claro ejemplo de animaciones que se producen a contrapelo de la doxa y de la industria hegemónica, como las animaciones de los geniales Don Hertzfeldt o el delirante mundo de Phil Mulloy, como dos animadores imprescindibles dentro de este universo parecido al de Plympton.
Por esto se puede hablar de Plympton, y algunos de sus compañeros nombrados anteriormente, como uno de los animadores más interesantes en emplear el cuerpo (animado en su doble acepción) fragmentado, dislocado, metafórico, metamorfótico, irreal, disruptivo y hasta político en todo los niveles del discurso.
Pero el prolífico Bill Plympton también ha realizado largometrajes y también ha evolucionado sus personajes y técnicas de sus cortometrajes que se ajusta a su manera de ver el mundo. Ha hecho video clips y spot publicitarios, con relativa libertad. Su estilo concentra y termina un sentido amplio del humor delirante y la poética de la animación. Sus cortos de la serie Dog Days son los cortos más cómicos de los últimos tiempos de la animación: Guide Dog (2006) que ha ganado varios premios se puede colocar al lado de cualquier perfecto corto de la Warner, pero con el personal mundo Plympton. Santa y sus años fascistas (Santa, the Fascist Years, 2008) son una patada en el culo a la tradición de lo siempre intocado por la animación infantiloide.
Su mezcla de géneros y parodia de filmes de escuela de adolescentes en Hair Hair toma forma con relativa soltura dramática su mundo escatológico y corporal (a veces cansa esta exageración en la estructura de un largometraje). Su relación con la música va desde el Pop hasta las canciones de Tom Waits en The Tune (1992) y Idiots & Angels (2008).
Su humor va desde las variantes del humor negro al surrealismo con Idiots and angels. Pero definitivamente de lo que hemos visto por aquí, su más logrado trabajo en estructura dramática, temática genérica y alcance de la animación (arte y dibujo) es Idiots and angels (con claras referencias a David Lynch o Cronenberg) y que logra despegar con sus propias alas hacia cuotas de elevada poesía y metáforas acerca del cuerpo y su sentido raramente religioso o espiritual (pero desde su óptica personal), sin olvidar la oscuridad, el extrañamiento de lo mórbido y siempre el humor.
Sus referentes e influencias van desde el animador Robert Clampett y Tex Avery, pasando por el caricaturista David Levine o el nombrado David Lynch. Pero claramente sus largometrajes tendrán que evolucionar hacia otros horizontes. Sabemos que hacer largometrajes de animaciones son una tarea extremadamente difícil, frente a las megas producciones de Pixar, Disney, Dreamworks e incluso Aardman, por esto habrá que esperar a ver sus próximos trabajos que conjugan estructura dramática y la metáfora delirante del cuerpo dibujado y animado, sin perder de vista la incomoda verdad de la bajeza o mediocridad humana.
Su paso por el pasado Festival de Valdivia ha dejado muchos seguidores y dio cátedra de un modelo de negocios de cine indie o de mercado en los festivales de cine o de animación. Dejo tras de si un persistente forma de hacer y colocar a la animación en su lugar dejando en claro que hay mucha más animación que la que nos llega a las salas 2D y ahora 3D.
Silva, H. (2010). Bill Plympton, laFuga, 11. [Fecha de consulta: 2024-12-21] Disponible en: http://2016.lafuga.cl/bill-plympton/427