CONVOCATORIA DE ARTÍCULOS ABRIL 2023

DOSSIER: CINE CLÁSICO. DEBATES, REVISIONES Y NUEVAS MIRADAS

Por Equipo Editorial laFuga

 
 

Desplazamientos del Cine clásico:  Debates, revisiones y nuevas miradas

Coordinan: Felipe Blanco, María Paz Peirano, Iván Pinto

Se ha denominado “período clásico” del cine a la génesis y la maduración del sistema de estudios  que va desde fines de la década de 1910 a la de 1960. A lo largo de 50 años, se trató de un período prolífico donde un modo de producción industrializado dio como fruto las bases de la primera experiencia de las y los espectadores, a partir de la estandarización de una narración funcional a los objetivos de la producción en serie, a los géneros y al público al que era dirigida. Si bien esta definición es estrictamente cronológica y por lo general ubicada en Estados Unidos, en términos de recepción y dentro de un arco más amplio, el “estilo clásico” (Bordwell, Staiger y Thompson, 1997) parece haber permeado allende las fronteras de su origen para abrirse a circulaciones y recepciones diversas (territoriales e históricas). Entendiendo al “cine clásico” como más que “una suma de películas” (Neale, 2012:3),un arco más amplio de recepción, y atendiendo a planteamientos como los de Miriam Bratu Hansen (2009), Stanley Cavell (1999) o, más recientemente, Silvia Schwärzbock (2017), podemos entender esta estética - la del cine clásico- como una base sensible que repercute en las representaciones de la modernidad y la consciencia narrativa de las y los espectadores contemporáneos. Una suerte de matriz y orientación general desde la cual nos representamos el mundo y sus formas de socialización, una estética “a la base” que configura un modo específico de narrativización del mundo social y que sirve de referencia para identificar nuevos modos de representación. Esta cualidad nos invita a revisar nuevamente el cine clásico, desde la experiencia del presente y considerando perspectivas contemporáneas sobre “lo clásico”.

Considerando que la cuestión del cine producido en este periodo suele ser desestimado en términos teóricos y críticos, proponemos en este dossier repensar algunas de las consideraciones cronológicas, ideológicas, políticas o estílisticas en referencia a obras “clásicas”. Al acercarnos al fenómeno histórico y concreto del cine clásico como objeto de estudio ligado a la modernidad (Russo 2008) - no premoderno ni antimoderno- sino como una manifestación y eje movilizador de una “modernidad vernacular” o “modernismo vulgar” (Hoberman, 2012). Tal como sugiere Linda Williams (2012), sobre el cine clásico subyace, sin embargo,  el problema de los grandes esquemas de aproximación. Estos esquemas, generalmente dicotómicos, se han establecido como extensos campos divisorios: expesiones como “clásicismo” vs “modernidad” o “cine espectáculo” vs “cine de autor”, tienden a deshacerse al mirar el campo de tensiones permanentes y reconocibles a lo largo del período establecido, inicialmente entre 1917 y 1960, para el cine estadounidense. Queremos entender el fenómeno, más que como un campo históricamente espástico absolutamente determinado por las estructuras de producción industrial, como un campo inestable, donde identidades, estéticas e ideologías establecen un espacio en disputa y de enorme diversidad al momento de acercarnos en detalle a su producción. Más que un campo rígido determinado por las estructuras de producción industrial, nos encontramos con un fenómeno amplio, abierto a distintas posibilidades y contrahegemonías, que evidencian fracturas, grietas y pliegues dentro de un cine aparentemente  monolítico. 

Nos referimos, por ejemplo, a la disputa por la identidad racial en cineastas tempranos como Oscar Micheaux y en filmes como Within our Gates (La negra, 1920) o la problemática de la definición genérica o el rol de cineastas como Dorothy Arzner o Ida Lupino, y de actrices como Bette Davis y otras trabajadoras de la industria de Hollywood (montajistas, guionistas, productoras) quienes, como señala J.E.Smyth (2018) han tendido a ser ignoradas por los estudios de cine. Aún más interesante se vuelve el problema al pensar además el eje de un “Hollywood rojo” o izquierdista, a la luz de las revisiones contemporáneas al período temprano (1930-1940) así como al período McCarthysta, y el itinerario de cineastas y guionistas como Dalton Trumbo, Jules Dassin, Joseph Losey, Elia Kazan o el mismo Orson Welles a la luz de este diálogo, tal como queda patentado en el análisis recientemente traducido de Dave Wagner y Paul Buhle (2019), y en el documental Red Hollywood (Noel Bürch y Thom Andersen, 1996). Se pueden agregar varias otras “distorsiones” de la norma que, a la luz de la cantidad de  casos, dejan de ser excepcionales, confirmando la amplia diversidad de modos de experimentación que identifican Francisco García Gómez y Carmen Guiralt (2019), a pasar de sus límites industriales (Thompson 1993). Las innovaciones  van desde un cierto “experimentalismo por abajo” presente en el género musical o el cine de ciencia ficción (Los casos de Busby Berkeley o Ed Wood), a las complejas exploraciones narrativas del film noir, cuando no de la metarreflexividad presente en la comedia absurda del 30 (Los Hermanos Marx, por ejemplo), filmes que abordan el cine dentro del cine como El ocaso de una vida (Billy Wilder, 1950), Cautivos del mal (Vincente Minnelli, 1952) o Cantando bajo la lluvia (Stanley Donen, 1952).

En síntesis, un vasto campo de exploraciones estéticas e ideológicas parecen permear y prestarse para el análisis, desde el llamado “cine clásico”, a la revisión en detalle de sus géneros más estables (el western, el film noir, la comedia romántica, el melodrama o el musical) o los circuitos alternativos que se fueron abriendo desde la década del 50 en adelante (el “cine b” o el explotation). 

Sumamos a ello, una pregunta que abre aún más la cuestión del “cine clásico” desde una perspectiva transnacional, considerandolos diversos desplazamientos simbólicos y geográficos del cine clásico. Nos interesa revisar los viajes, conexiones, transferencias e influencias entre Hollywood y otras cinematografías de este período, allende las fronteras norteamericanas. En el caso de las relaciones transnacionales con los cines clásicos latinoamericanos, que aun permanecen poco estudiados, con acercamientos más recientes como Jarvinen (2012), Peirano y Gobantes (2015), Lusnich, Aisemberg y Cuarterolo (2017), León Frías (2018) o Kelly (2019) que abordan los géneros clásicos en el marco de proyectos industriales nacionales, considerando una mirada transnacional. Un mundo vasto que se amplía al reflexionar sobre el estado de la cuestión en otras regiones y lenguas.

Para la presente convocatoria nos interesa incluir ensayos que pretendan reflexionar en torno al cine clásico como fenómeno moderno, desde una perspectiva que discuta sus diversos desencajes y desplazamientos. En particular, nos interesan:

Referencias

Se abre, además, convocatoria de artículos de CONTENIDO GENERAL. Para la sección: artículos, entrevistas, reseñas.

Fecha de recepción de artículos: 20 de abril  2023

Extensión de artículos: 3.000 - 5.000 palabras (incl.bibliografía)

Normas para lxs autorxs: https://lafuga.cl/normas/

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Como citar:
-, E. (2022). CONVOCATORIA DE ARTÍCULOS ABRIL 2023, laFuga, 26. [Fecha de consulta: 2024-12-22] Disponible en: http://2016.lafuga.cl/convocatoria-de-articulos-abril-2023/1128