El propósito de este texto es enunciar algunos temas relativos al estado de la crítica de cine en nuestro país y señalar los problemas que confronta.
La ponencia de Viña quería, fundamentalmente, plantear dos cosas:
b) La necesidad de una crítica vinculada a un trabajo responsable en la cultura cinematográfica y a la realidad del cine nacional, que debiera caracterizarse por una labor de análisis de las obras y de orientación del público de manera argumentada y fundamentada. Uno de sus rasgos centrales debiera consistir en la renuncia al protagonismo personalista del crítico y al uso indebido de su posible influencia.
1. La tendencia periodística que se cuestiona no constituye una corriente o movimiento de la crítica cinematográfica. No se plantea como una aproximación al cine basada en una conceptualización estética o cultural coherente, sino como un conjunto de afirmaciones adjetivadas –y con frecuencia, contradictorias– detrás de las cuales no existe nada, salvo la subjetividad de quien las formula.
Estos comentaristas sólo representan a un segmento social minoritario, identificado con grupos burgueses en los que la marca de la experiencia autoritaria que vivió nuestro país se asume en una actitud de descreimiento respecto de toda clase de valores y en un comportamiento que postula como únicas metas el individualismo extremo y la ansiosa búsqueda del poder y el éxito. En la materia que nos ocupa, su manera de utilizar el periodismo –y de paso, el cine– para tales propósitos es ilustrativa de lo señalado.
Demás está decir que existe una contradicción flagrante entre este estilo periodístico y el carácter plural y diversificado que está adquiriendo el cine chileno que fue una de las principales enseñanzas que dejó el evento de Viña.
Ha quedado demostrado este año, con ocasión del tratamiento dispensado a estrenos de películas chilenas, que la subvaloración de esta clase de periodismo es un error. No tiene sentido que una actividad de creciente importancia como el cine deba soportar el gravamen de una situación a todas luces cuestionable a partir del equívoco de reconocer como interlocutor válido a un poder que tiene mucho más de ficticio que de real.
5. Para la superación de estas distorsiones, parece indispensable clarificar las relaciones e interacciones entre periodismo, crítica y cine. La realización de encuentros, debates y seminarios entre cineastas, periodistas, críticos y responsables de medios de comunicación podría ser una vía adecuada para despejar de equívocos un ámbito que se presenta obscurecido por implícitos y confusiones.
En: Cine número 41. Santiago, noviembre de 1990
Salinas, S. (2013). Despejando el camino, laFuga, 15. [Fecha de consulta: 2024-12-14] Disponible en: http://2016.lafuga.cl/despejando-el-camino/633