Entrevista con Almagul Menlibayeva

Por Susana Díaz

 
 

En la sexta versión del Sanfic, evento desarrollado a mediados del 2010 en la ciudad de Santiago, se presentó el trabajo visual de la kazajistana Almagul Menlibayeva, artista graduada de la Academia de Arte y Teatro en su ciudad natal, Almaty, localidad ubicada en Kazajistán (Asia soviética). Almagul estructura un imaginario con cuerpos desnudos de mujeres asiáticas de diferentes edades, hecho relevante en una nación donde la religión musulmana cobra un peso específico muy predominante. Sus reflexiones visuales, enmarcadas bajo la corriente del romantic punk shamanism, posibilitan ver los cambios políticos y sociales que ha experimentado su país bajo el dominio de la URSS y discurrir el velo acerca del mundo femenino desconocido, espiritual y chamánico.

Susana Díaz: ¿Cuándo comenzaste a trabajar en video?

Almagul Menlibayeva: 1992.

S.D.: ¿Por qué decidiste utilizar la plataforma del video?

A.M.: Soy pintora, naturalmente, pintar se volvió a la imagen en movimiento. Yo estuve en una escuela de avant garde y con la escuela de realismo socialista, ambas escuelas siempre peleaban mutuamente, oficialmente aprendieron a hacer arte socialista, pero todos estaban interesados en explorar nuevas formas.

Cuando haces pinturas, llegas a un punto en que pintar está muriendo y te mueves a la imagen en movimiento.

Entremedio de presentaciones y poesía o mezclo el sonido, también en una nueva forma. Fue muy interesante experimentar con la imagen en movimiento, porque en un minuto o dos, puedes poner todo, ya queda todo registrado.

S.D.: ¿Qué vanguardia te inspira, cómo influencias tu trabajo?

A.M.: El arte es una posibilidad de entenderme a mi misma, no sólo sobre mí sino lo que está dentro de mí. Lo más importante es estar vivo. Y todos los que experimentan con el avant garde, son personas que quieren estar vivas.

S.D.: ¿Qué artistas te influencian?

A.M.: Casi todas las personas tienen algo que enseñarte y tienes algo que aprender de ellas. En otra entrevista hablé de Tarkovski y Pasolini.

S.D.: ¿Viste el trabajo de Alfredo Jaar?

A.M.: Encuentro muy bueno que esté trabajando así, es muy profundo, te hace pensar después de haber visto su trabajo, meditar.

S.D.: ¿Cómo tomas la obra de Magritte en Kissing Totems?

A.M.: Tenía como 17 o 18. Fui a una escuela donde enseñaban dibujo, pintura. En la Unión Soviética era obligatorio pasar por esta etapa de pintura y dibujo. El primer día le dije al profesor, necesito aprender pintura para pasar el examen, sino no puedo entrar al instituto. Este tipo era muy buen artista, me preguntó si tenía sueños, yo le dije que si y me propuso comenzar con el surrealismo. Empecé a pintar mis sueños, fue muy divertido e interesante, poder explorarme a mi misma, mi inconsciente. Después comenzó a mostrarme pinturas de diferentes surrealistas, entre ellos Dalí. Recuerdo un cuadro, El beso de Magritte, y lo usé. En mi país no mucha gente sabe de pintura. Yo he viajado mucho y reconozco que entender otra cultura es importante; como puedo transmitir valores que no se entienden en otras culturas, tengo que aprender a hacerlo a través del arte para que la gente los pueda comprender.

S.D.: ¿En qué formato de video trabajas, con qué cámara?

A.M.: Antiguas que no se usaban en el mercado, super 8mm, luego comencé a usar la HD, la última de Canon (7D).

S.D.: ¿Tú grabas, editas?

A.M.: La mayoría del tiempo dirijo y monto todo. A veces trabajo con un director de fotografía o un camarógrafo. Me gusta encontrar buena combinación con distintas personas, a veces tienen distintos modos de componer el cuadro, entonces tengo que encontrar el equilibrio.

S.D.: ¿Cuánto te tomas en desarrollar el registro? El video completo…

A.M.: Tengo dos formas de hacerlo. Documental, saco fotos o grabo lo que veo y lo otro es más de escenario, ir a un lugar que me parece interesante e instalo el set y la gente ahí.

S.D.: ¿Tienes un storyboard previo…?

A.M.: No es muy racional el proceso, es un trabajo muy espontáneo. Siendo espontáneo tengo más energía. Cuando uno hace cosas más planeadas, más de escenario, requiere dos o tres días de preparación, el set. Creo una imagen y después queda el concepto.

S.D.: ¿Tienes un concepto que maneja la idea y después desarrollas todo?

A.M.: Sí, tengo mis ideas. Ahora tengo una idea en una localidad de Pakistán que está muriendo. Funciono con ciertas ideas del minuto, de cierta etapa y me envuelvo de esta idea para ver el lugar, mirar las cosas. Tengo una imagen muy fuerte en mi cabeza del océano seco, donde están las tumbas de los barcos abandonados. Si voy a Pakistán, veo otras cosas que pueden representar esta imagen, el resto lo voy armando en mi cabeza. Porque si tienes una idea, lo vas a encontrar en alguna parte, siempre escojo de la realidad lo que se va a juntar con lo animado -filmado-. Si despiertas de mal humor, todo va estar mal, si despiertas de buen humor, ves belleza en todas partes. Aprendí de la cámara que la realidad cambia todo el tiempo, especialmente en video, a través de tus ojos ves como en la fotografía, algo muy normal pero al revelarlo ves los detalles, se extrae el misterio con la técnica. Cuando planeas la realidad, está muy limitada a la misma realidad.

S.D.: ¿Qué es lo que consideras punk en tu trabajo?

A.M.: Es como los Sufi, cuando los veo o me topo con los punk en Alemania, los encuentro muy similares porque están apartados de la sociedad, comparten que algo no les gusta de lo que pasa, cómo el mundo normal define el espíritu, la libertad, todo. Cuando vives en un sistema, te levantas y vas al supermercado, tienes un número, todos me preguntan mi edad, el día de mi cumpleaños, estamos demasiado inmersos y cuando veo a estas personas, los shamanistas, ellos están fuera de ese sistema. Cuando estás en el sistema estás como en prisión, cada día tus ojos se duermen porque es siempre lo mismo, tienes un miedo al no entenderte a ti mismo.

S.D.: La lucha contra los estereotipos, buscar nuevas formas…

A.M.: No es como aquí pero en la URSS como tenía muy poca información, un poco de Dalí, un poco de aquello, cuando había algo nuevo siempre tenían que ponerle un nombre. La gente joven sufre porque tiene muchos clichés, es como psicológicamente grande y que se transforma en una burbuja, te dicen lo que tiene que gustar y te dicen el nombre de todo y todo se vuelve estereotipado, si creas algo, que ya es difícil, necesitas tiempo para comprenderlo.

S.D.: ¿Cómo es tu relación con los curadores?

A.M.: No recuerdo alguno muy interesante, trabajo más bien consultando…

S.D.: ¿Cuál sería tu próximo proyecto?

A.M.: Pretendo hacer un viaje turístico de arte contemporáneo hacia Asia Central, el proyecto pretende llevar gente del arte (curadores, intelectuales) y hacer este recorrido con músicos, arquitectos, bailarines, porque la gente conoce muy poco de Kasajistán, para mostrarles y recibir las impresiones de ellos. La idea es tratar de estimular el intercambio cultural, contactar tambien a los jóvenes artistas de Kasajistán para que ellos transmitan el mensaje y mantener el contacto con el gobierno de Kasajistán para poder fomentar el intercambio cultural en ese rincón del mundo porque es muy desconocido.

S.D.: ¿Cómo se llamaría el proyecto?

A.M.: On the New Sulkroad. Porque es el viaje por Asia, China, pero en vez de seda y ropa ofreceremos cultura. En la mitad del desierto hay una estación espacial, un satélite ruso que cayó en medio del desierto, ese sería el destino final de la ruta, la idea es que vamos a terminar en otros planetas, vamos a parar ahí y viajar al espacio.

S.D.: ¿Cuándo estaría listo?

A.M.: En septiembre 2011. Durará dos semanas el viaje.

S.D.: ¿Cómo te financias en general?

A.M.: A través de Prishka C. Juschka Fine Art y postulando a fondos, un trabajo lo financió la Fundación Andy Warhol. Postulo a algunas fundaciones de arte o a través de los gobiernos.

S.D.: ¿Planeas un DVD?

A.M.: La idea es para que lo vea mucha gente pero no tenemos DVD.

S.D.: ¿Y cómo los demás podrían conocer el trabajo tuyo?

A.M.: Se vende a través de la galería, se vende como pintura. No hay ediciones en la web. A veces enviamos un fragmento y finalmente se compra la edición completa (de cinco ejemplares). Así los museos lo coleccionan.

S.D.: ¿Es tu primera vez en un festival de cine?

A.M.: No. He estado en Rotterdam y otros, varias veces.

S.D.: ¿No te interesa hacer una película?

A.M.: En dos o tres años. No todavía… Tu espíritu y tu mente tienes que afilarlo a diario, todos los días el mundo cambia, viajas de una situación a otra, las relaciones son distintas. Tenemos muchos estereotipos y sufrimos por eso, por la cultura de masa. El arte contemporáneo es un buen modo de romper los moldes del sistema. Es muy difícil decir esto es bueno o malo para la gente normal, sino lo que a uno le gusta. De repente alguien creó el fascismo, un sistema donde puedes controlar a la gente, hoy día estás en una cultura donde no puedes decir nada porque le das todo el poder al sistema.

 

 
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