La imagen táctil

285 páginas, lentes para ver la gran cantidad de imágenes en 3D y un número no menor de más de 20 ensayos, componen el primer libro del sociólogo Víctor Fajnzylber, La Imagen Táctil, de la fotografía binocular al cine tridimensional. Un trabajo que recorre a través de los distintos autores reflexiones en torno a los instrumentos estereoscópicos y las características biológicas y fisiológicas de la visión en profundidad, desde el estereoscopio hasta el cine 3D.

Los textos son el resultado de un laboratorio de investigación sobre tecnologías de la visualización tridimensional y desarrollo cinematográfico en el Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile (ICEI), en el cual colaboran profesionales de distintas disciplinas artísticas, científicas, de la salud, de las ciencias sociales, etc. y que por esta razón, los artículos expuestos en el libro, transitan en reflexiones sobre temáticas bastante diversas, pero siempre vinculadas a las cualidades y potencialidades de los aparatos y tecnologías que permiten ilusiones, percepciones y sensaciones de imágenes en profundidad.

El libro está estructurado en dos grandes ejes temáticos: el primero la Imagen Binocular (visión y cognición, imagen estereoscópica e imagen tridimensional) y una segunda parte enfocada al Cine Tridimensional (de la pantalla a la puesta en escena y del espacio tridimensional a la estereografía cinematográfica). El volumen concluye con el epílogo de Fajnzylber, en el cual presenta tres hipótesis que se mantienen meramente en los márgenes del formato audiovisual del 3D, más que en sus implicancias artísticas, estéticas, políticas y educativas (que es uno de los aspectos más mencionados en el libro), y que son extraídas casi literalmente de los textos de otros autores. Como ejemplo, en la primera hipótesis se sugiere un “modo de escritura de guión que sea pensado específicamente para cine 3D, el cual permita explotar plenamente las modalidades perceptivas de esta técnica suscita en el espectador”, está expuesto casi explícitamente en la entrevista que hace Fanjzylber a Luz Lindegaard y Rafael Del Villar (Desafíos del guión educativo para cine 3D) y a Alexandre Saudinos, David Steiner y Carlos Sirtori (Del guión al storyboard).

No obstante se destacan los textos de los autores Claude Bailblé Interacción de imagen y sonido en el cine 3D y Las dimensiones inesperadas del cine 3D; de Jorge Iturriaga La estereoscopía en la historia. Empoderando al observador y revitalizando lo natural y El cine estereoscópico: una historia sensual no tradicional y; Referentes, técnicas y composición de la fotografía estereoscópica chilena de Camilo Pardow, (a cargo de la edición de las fotografías estereoscópicas), por sus importantes aportes teóricos al campo audiovisual artístico y social, y por presentar propuestas con pertinencia histórica y cultural de relevancia para los estudios de la imagen.

Si bien es un libro completo en la variedad de reflexiones que en él se plantean, se abusa de la imagen en 3D, llegando a ser una finalidad más que un soporte, marginando de cierta forma los contenidos tratados, ya que no se plantea como un libro de fotografía 3D, sino como un trabajo en que se pretende reflexionar las propiedades de los instrumentos que permiten la experiencia de las imágenes en profundidad.

Por otra parte, la edición final no supera ciertos límites convencionales estéticos y formales, se extraña una apuesta más arriesgada por el propio material, porque si bien el fuerte del libro (lo más atractivo) son sus imágenes y fotografías en 3D, no hay atrevimiento con las formas y las texturas de exposición de las imágenes. Esta insistencia da como resultado un libro plano, monótono y extenso, pero a la vez, dada esta saturación de imágenes, no da espacio para la profundización de las temáticas a tratar, es un pincelada de múltiples aspectos que comprenden el desarrollo de las herramientas y soportes audiovisuales del 3D y en que el contenido pasa a ser subordinado u opacado por las imágenes.

La Imagen Táctil… si bien se plantea como una reflexión teórica y artística, con implicancias en educación (un tema controversial y delicado en el escenario nacional actual), se concluye solo en los aspectos formales (soporte), más que en las potencialidades de estas nuevas tecnologías desde el punto de vista del desarrollo del cine como herramienta social y artística. Finalmente, el libro fluctúa entre la experiencia artística de observar las imágenes, y las reflexiones desde el campo teórico crítico y transdisciplinar, pero no consigue resolver en ninguno de estos dos planos, ni logra la pregonada transversalidad sugerida por el editor.