Robert Cahen es considerado el precursor y uno de los creadores más relevantes del video–arte francés. En su obra reconocemos desde temprano la concepción de una imagen videográfica desde el lado del flujo y la inmaterialidad de la imagen electrónica, así también una concepción poética y a la vez autobiográfica en las relaciones imagen-texto impresas en pantalla. Durante la década del ochenta visitó Chile, realizando talleres y mostrando su obra, generando así una influencia relevante en el marco de los encuentros Franco-chilenos de video. Con un cariño enorme por Chile, Robert Cahen visita de vez en cuando a sus amigos chilenos. En su última visita pudimos conversar con él. Agradecemos a Vivienne Barry quien pudo ayudarnos con la traducción.
I.P.: Comencemos desde tus inicios: tú vienes más bien del mundo de la música, trabajaste incluso con Pierre Schaeffer. ¿Cómo es la aproximación que tienes al video desde ahí?
Robert Cahen: Yo cuento siempre la misma historia. La formación en la escuela del sonido me permitió fabricar la música concreta transformando los sonidos de la realidad utilizando los medios de la época: sonido cinta magnético, tijeras: muy distinto a lo digital hoy donde se dibuja el sonido. Aprendí en ese tiempo a ralentar los sonidos, a hacerlos bucle, loop, mezclar los sonidos entre ellos, hacer el montaje y hacer una forma de composición musical con la cual solo se podía hacer la partitura una vez que estaba terminada. Esa forma de proceder para crear música se parece a la forma de crear las bandas de imagen y de sonido. Lo que significa que cuando empecé a trabajar con maquinas que permitían re-trabajar esas imágenes no me produjo dificultad empezar a proceder con esas transformaciones. Yo corté las imágenes, provoqué la marcha atrás, las mezclé, incrusté, hice aparecer unas imágenes en otras, es decir, la experiencia que tuve con la música la transpuse para trabajar con el video.
I.P.: Cuando empiezas a trabajar en el video, ¿sientes que estas frente a algo completamente nuevo respecto al cine?
R.C.: La diferencia con el cine, para mí, es que yo quería contar historias pero de manera diferente. No de forma tradicional, sino al contrario, de forma muy poética. Me interesaba articular las imágenes como poemas, es la asociación de imágenes, la impresión de ellas, las que son representadas en mi trabajo.
I.P.: Una de las cosas que está muy presente en tu trabajo es el movimiento, la relación entre la imagen-movimiento y el viaje…
R.C.: Es el paisaje y la transformación… por ejemplo, cuando yo llegué a Chile en 1987, la primera vez, me propuse hacer un carnet de viaje de mis primeras impresiones. Encontrarse con un país, con un paisaje y personas anima mi imaginario y yo quiero revelarle al espectador mis impresiones, contar mi percepción visual, temporal de los lugares que atravesé. La manera en que procedo es siempre la misma, desde un punto de vista específico, me meto en los paisajes, en las personas, lo que constituye un material de base y en la post-producción vuelvo a trabajar las imágenes. Todo lo que tomo, lo transformo. Y esa transformación me permite, por ejemplo el ralentí que hago en post-produccion, hacer emerger algo en la imagen algo que no estaba visible. Emerge algo del orden de la ficción. El tiempo dilatado ficciona la realidad, ese es mi dogma. Este es el lugar donde me junto con el cine. Porque me gusta contar historias. En mis filmes yo meto un elemento ficcional a partir del personaje que diseño con el cual puedo trabajar elementos: los árboles, el viento. Esos elementos son aquellos de los cuales va a hablar el personaje.
I.P.: Quiero preguntarte por el trabajo que realizaste con Michel Chion 1Michel Chion es un destacado teórico del audiovisual que se ha centrado en el aspecto sonoro del audiovisual.
R.C.: El trabajó como compositor. Estudiamos e investigamos juntos en 1970 música concreta, en el Instituto de investigación sonora. Desde esa época hablábamos, intercambiábamos, aprendí mucho con él. Él aceptó hacer la composición sonora de muchos de mis videos. En uno de ellos compuso la música pero a partir de ella yo compuse mi trabajo, a partir del mundo que me propuso yo estructuré mis imágenes. Luego llamé a otro compositor para que lo completara.
I.P.: Uno de tus trabajos realizados en Chile fuiste a grabar a la Antártica. ¿Por qué te llamo la atención la Antártica?
R.C.: Tomé como punto de partida el color blanco. La Antártica es lo más blanco que he visto y yo tenía una idea en esa época de trabajar con el color blanco. Trabajé sobre el minimalismo del color. Siempre utilice los colores del video como una pintura. Quería traducir el paisaje que había filmado. El cuerpo del paisaje como personaje. Viaje con Ángela Riesco. Luego transformé el filme en un trabajo muy personal. El color blanco estaba ligado a una cuestión personal con mi nacimiento, el nacer en sabanas blancas. Esa idea no aparece. Pero trabaje esa idea de forma subliminal, en el montaje.
I.P.: ¿Cuál es el recuerdo de tus viajes a Chile hacia fines de la década del 80?
R.C.: Vine el ‘87 para el fin de Pinochet. Yo quería comprender, porque a pesar que había escuchado hablar de la dictadura no sabía qué significaba que hubiera policías en las esquinas…quise traducir eso en una impresión. Y utilicé extractos de un poema de Pablo Neruda. Por que Neruda es chileno y yo no, y quise darle la palabra a alguien que conoce Chile. Yo quedé my impresionado con esa primera vez. Para mí Chile son los chilenos, y en particular mis amigos chilenos. Quedé con vínculos muy fuertes: Gerardo Silva, Angela Riesco (que viajó conmigo a la Antártica), Magaly Meneses, Juan Forch, Nestor Olhagaray, Justo Mellado (que hacían el festival franco-chileno). En esa época había mucha fuerza de creación y había juventud también.
I.P.: ¿Percibiste en ese momento una producción importante de video?
R.C.: Por supuesto. Conocí a un grupo importante de artistas, gente que comenzó en video y luego continuó en el cine… descubrí una energía de creación. Para mi fue importante… porque creo que el intercambio que se produjo fue importante.
Pinto Veas, I. (2013). Robert Cahen, laFuga, 15. [Fecha de consulta: 2024-10-05] Disponible en: http://2016.lafuga.cl/robert-cahen/651