Una estética des-centrada, al servicio de la evidencia en los cuerpos. No pareciera haber algún tipo de ‘desarrollo’, entendiendo por ello el canon documental: personajes, historia, conflictos. Todo sobre lo que se trabaja se encuentra al nivel de la superficie (sonora, visual), llenando la pantalla de recovecos, porosidades, texturas, espacios. Pregunta: ¿a qué podrían estar respondiendo estas operaciones?
Intentemos avanzar algunas hipótesis posibles.
Del dispositivo
Es Gilles Deleuze quien describe el fin de la disciplina y el comienzo del control: “Estamos en una crisis generalizada de todos los lugares de encierro: prisión, hospital, fábrica, escuela, familia. (…) Sólo se trata de administrar su agonía y de ocupar a la gente hasta la instalación de las nuevas fuerzas que están golpeando la puerta. Son las sociedades de control las que están reemplazando a las sociedades disciplinarias” 1.
Si ya no hay posibilidad de ‘denuncia’ del poder y toda referencialidad directa, invisible, se ha vuelto sospechosa en manos de los medios ¿cómo mostrar el dispositivo hoy? ¿Dónde se encuentran estas nuevas fuerzas? ¿Cómo filmar ‘el control’?
Perut+Osnovikoff no nos señalan un comienzo, origen, o ¡gran idea’ articuladora (‘denuncia ideológica’), más bien, como animales de caza, se dedican a buscar rastros, huellas que nos interroguen insistentemente.
Welcome to New York (2006) sería, entonces, un viaje al falso-centro, a la falsa punta de la pirámide, donde Santiago, Nueva York o París se pueden parecer lo suficiente como para encontrar en ellos una transversalidad. Podríamos decir que Perut+Osnovikoff son nuestros primeros documentalistas transversales : en ‘el control’ la ‘denuncia’ se hace imposible, y el cine no tiene ningún ‘rol cívico’ que jugar acaso, re-disponer los signos trazados por el mundo.
Inmunidades
Y entonces ¿qué filmar?
El panóptico trajo consigo la ubicuidad y con ello la dispersión: cámaras de video, webcams, celulares, tarjetas de crédito. En su fase actual, donde todo recuerda a algo, la imagen juega un rol específico 2. Welcome to New York parece ser un examen clínico de esas modalidades: cuerpos operados, restaurantes de comida rápida, celulares, tics, maquillajes, animales domésticos… Pero es el filtro del lente el que hace de la norma un efecto de lectura y de la imagen un asunto de legibilidad. En el ‘nuevo paisaje’ el poder aparece disperso, jamás identificable y jamás con el mismo nombre: biopolíticas, biotecnológicas, antropotécnicas, inmuno-políticas… en el mundo ‘vuelto hacia fuera’ los estratos y discursos se confunden, los límites de desdibujan, las morfologías del poder cambian, los cuerpos mutan, se extienden, se enferman. Sustancias, secreciones, porosidades; inventario de adhesiones tecnológicas, ortopédicas, telecomunicacionales, químicas…
Flavia Costa define, en un excelente párrafo, el paso del ‘cuerpo-máquina’ del ciudadano trabajador (figura central de la disciplina) al ‘cuerpo operable’ del turista consumidor (neo-figura del control):
“¿De qué modo se ‘modulan’ los cuerpos en tanto públicos? Esbozaré la siguiente hipótesis: nos encontramos frente a la convergencia de tres nuevos dispositivos que han desplazado al dispositivo de sexualidad: el genético-informacional, el imperativo de la salud, el fitness. Ellos coparticipan en la creación de una nueva síntesis histórica de aquello que es un ‘cuerpo’, aquello que es un ‘humano’ y aquello que es una ‘vida’” (2007, s.n.).
Como ya lo había imaginado Michel Houellebecq en su novela Ampliación del campo de batalla, tal cual lo piensa Costa, y como lo constatan Perut+Osnovikoff en sus imágenes, el problema ha pasado a ser el de una bio-gestión inmunitaria de la especie, ‘una política de exclusión inclusiva’ que tiene como función básica definir que es ‘yo’ (lo idéntico, lo propio) y que es ‘el’ y ‘lo’ otro (inmunidad). La tecnología como gestión del espacio, el cuerpo como estándar de cualidad, y aceptación, oculta tras de sí, un profundo proceso de autodomesticación, entrenamiento y esterilización de la especie. No es extraño pensar a Welcome to New York como una galería entomológica 3. Su nivel de extrañamiento sólo nos puede estar hablando de algo: crisis del humanismo.
Continuum
Volvamos a nuestra pregunta. ¿Dónde está el dispositivo? No hay ubicuidad ni discurso final posible. Pero el cuerpo hace posible ciertas ficciones, ciertos relatos. Si el mundo como ‘continuum’ visual es una máquina autoproductiva (‘espectáculo’), Peru+Osnovikoff le otorgan al montaje la posibilidad de señalar sus rasgos evanescentes, dispersivos, abiertos, en ese fade entre plano y plano; signos de puntuación para señalar, dar a ver algo que se nos oculta en su evidencia.
Bibliografía
Costa, F. (2007). Antropotécnicas de la modernidad tardía. Bio-tanatos-políticas y nuevos dispositivos de captura del cuerpo. Newsletter, publicación electrónica de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, (7). Recuperado de http://www.soc.unicen.edu.ar/newsletter/nro7/nuestros_docentes/facosta.htm
Deleuze, G. (1999). Post-scriptum sobre las sociedades de control. En Conversaciones. Valencia: Pre-Textos.
Foucault, M. (1985). Un diálogo sobre el poder. En G. Deleuze & M. Foucault. Un diálogo sobre el poder y otras conversaciones. Madrid: Alianza.
Notas
1 Foucault definió bajo la figura del Panóptico de Bentham aquel dispositivo que “plantea el problema de la visibilidad, pero pensando en una visibilidad totalmente organizada alrededor de una mirada dominadora y vigilante” (1985).
2 Ver: Deleuze, Post-scritum sobre las sociedades de control.
3 Ver en este mismo número Notas a propósito del cine de Harun Farocki.
Pinto Veas, I. (2007). Welcome to New York , laFuga, 4. [Fecha de consulta: 2024-12-21] Disponible en: http://2016.lafuga.cl/welcome-to-new-york/337